Monumentos:
Arquitectura religiosa.
Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción (S. XVI- XIX).
Iglesia, fortaleza. Destacan en su exterior los antepechos con saeteras, de claro carácter defensivo. Imaginería Barroca.
Ermita de San Sebastián (S. XVII, XVIII).
Reconstruida en 1680, se amplió en el siglo XVIII. Portada latericia con lápidas que la tradición atribuye a San Tesifón.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias (S. XVIII).
La Alquería. Interesante Camarín con decoración geométrica de estuco.
Ermita de San Isidro (S. XVIII). Barranco de Almerín.
Ejemplo de arquitectura religiosa popular alpujarreña
Arquitectura Industrial
Arcos de las Animas (S. XVIII - XIX)
Molino del Lugar (S. XVIII)
Molino harinero de dos paradas, cuya conducción de agua se realiza mediante un amplio arco de ladrillo, levemente apuntado.
Fundición de San Andrés (S. XIX)
Perteneciente a esta Fundición de plomo, se conservan dos construcciones recientemente restauradas: la Torre de los Perdigones y la llamada Fabriquilla del Vinagre.
La Torre de los Perdigones
Representa todo un símbolo para Adra, siendo frecuentemente su reproducción en logotipos, carteles, etc.... alusivos a la ciudad. En ella se elaboraban perdigones obtenidos del enfriamiento del plomo derretido que se dejaba caer desde su parte más alta.
La Fabriquilla del Vinagre
Vestigio de la industrialización del siglo XIX, destaca por la cierta preocupación estética que patentizan algunos de sus elementos constructivos, algo poco frecuente en la arquitectura industrial.
Arquitectura Militar
Restos de Murallas de la Fortaleza de Adra (S. XVI)
Pertenecientes al recinto amurallado de Adra "La Nueva", que servía de protección a la villa. Mandado construir por la reina Juana "La Loca".
Torre-Vigía de Guainos (S. XIII-XV)
Representativa del sistema defensivo nazarí-castellano, cuyo cometido era la vigilancia costera sobre todo de la piratería berberisca.
Murallas y Torreones (S. XV)
Arquitectura Señorial
Casas Señoriales de las familias Rodriguez-Chacón y Gnecco (S. XVIII)
Arquitectura doméstica señorial, con elementos de origen popular. Los edificios se distribuyen en tomo a un bello patio interior
Excavaciones de Cerro de Montecristo.
El yacimiento arqueológico Cerro del Montecristo está incoado como Bien de Interés Cultural, máxima figura de protección contemplada en la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz. Es una elevación natural de 49,38 metros de altitud sobre el nivel del mar, donde se asentó la población de Abdera.
Numerosas reseñas literarias de la antigüedad hacen alusión a ella: Estrabón menciona Abdera cuando realiza la descripción de la costa sur del Mediterráneo, aclarando que se trata de una fundación fenicia, al igual que Sexi (Almuñécar). Del mismo modo, P. Mela y Plinto se refieren a Abdera, junto con otras ciudades de la costa sur peninsular.
Se han realizado diferentes intervenciones arqueológicas en el Cerro de Montecristo desde el siglo XVIII. En el transcurso de la dirigida por el arqueólogo Fernández Miranda, en el año 1970, vieron la luz estructuras de casas de época púnica, cuya cronología se aproximaba al siglo IV a. C, así como materiales y restos de época republicana romana, altoimperial y bajoimperial, fundamentalmente de balsas de salazón.
En el año 1986 una nueva excavación arqueológica puso de manifiesto el potencial arqueológico del yacimiento, y en ella se documentó una fase más antigua, de ocupación fenicia.
En la actualidad, de Abdera conocemos que fue una fundación fenicia de finales del siglo VIII a. C., que reproduce una situación habitual del urbanismo fenicio: en la desembocadura del río Adra (o río Grande), sobre un cerro elevado proyectado hacia el mar, dominando el estuario del río.
Habitada la ciudad posteriormente por los romanos, detentó gran importancia en el Mediterráneo central y oriental, sobre todo por la comercialización del "garum" y salazones de pescado. La fisonomía del Cerro está muy alterada por los trabajos de desmonte y abancalamiento para el aprovechamiento agrícola. En la actualidad se trabaja para la recuperación y puesta en valor del yacimiento.
El tránsito de la antigüedad a la época medieval sigue arrojando grandes interrogantes, si bien fuentes escritas mencionan que el obispo de Abdera acudió al Concilio de Sevilla convocado por San Leandro en el año 590. Sin lugar a dudas, esta referencia, manifiesta que existió poblamiento hasta al menos el siglo VI d. C., y que Abdera continuó detentando cierta importancia al contar con sede episcopal
Lugar de interés del municipio.
Fuente del Mar
Fuente Homenaje a la Agricultura
Albuferas
Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción (S. XVI- XIX).
Iglesia, fortaleza. Destacan en su exterior los antepechos con saeteras, de claro carácter defensivo. Imaginería Barroca.
Ermita de San Sebastián (S. XVII, XVIII).
Reconstruida en 1680, se amplió en el siglo XVIII. Portada latericia con lápidas que la tradición atribuye a San Tesifón.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias (S. XVIII).
La Alquería. Interesante Camarín con decoración geométrica de estuco.
Ermita de San Isidro (S. XVIII). Barranco de Almerín.
Ejemplo de arquitectura religiosa popular alpujarreña
Arquitectura Industrial
Arcos de las Animas (S. XVIII - XIX)
Molino del Lugar (S. XVIII)
Molino harinero de dos paradas, cuya conducción de agua se realiza mediante un amplio arco de ladrillo, levemente apuntado.
Fundición de San Andrés (S. XIX)
Perteneciente a esta Fundición de plomo, se conservan dos construcciones recientemente restauradas: la Torre de los Perdigones y la llamada Fabriquilla del Vinagre.
La Torre de los Perdigones
Representa todo un símbolo para Adra, siendo frecuentemente su reproducción en logotipos, carteles, etc.... alusivos a la ciudad. En ella se elaboraban perdigones obtenidos del enfriamiento del plomo derretido que se dejaba caer desde su parte más alta.
La Fabriquilla del Vinagre
Vestigio de la industrialización del siglo XIX, destaca por la cierta preocupación estética que patentizan algunos de sus elementos constructivos, algo poco frecuente en la arquitectura industrial.
Arquitectura Militar
Restos de Murallas de la Fortaleza de Adra (S. XVI)
Pertenecientes al recinto amurallado de Adra "La Nueva", que servía de protección a la villa. Mandado construir por la reina Juana "La Loca".
Torre-Vigía de Guainos (S. XIII-XV)
Representativa del sistema defensivo nazarí-castellano, cuyo cometido era la vigilancia costera sobre todo de la piratería berberisca.
Murallas y Torreones (S. XV)
Arquitectura Señorial
Casas Señoriales de las familias Rodriguez-Chacón y Gnecco (S. XVIII)
Arquitectura doméstica señorial, con elementos de origen popular. Los edificios se distribuyen en tomo a un bello patio interior
Excavaciones de Cerro de Montecristo.
El yacimiento arqueológico Cerro del Montecristo está incoado como Bien de Interés Cultural, máxima figura de protección contemplada en la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz. Es una elevación natural de 49,38 metros de altitud sobre el nivel del mar, donde se asentó la población de Abdera.
Numerosas reseñas literarias de la antigüedad hacen alusión a ella: Estrabón menciona Abdera cuando realiza la descripción de la costa sur del Mediterráneo, aclarando que se trata de una fundación fenicia, al igual que Sexi (Almuñécar). Del mismo modo, P. Mela y Plinto se refieren a Abdera, junto con otras ciudades de la costa sur peninsular.
Se han realizado diferentes intervenciones arqueológicas en el Cerro de Montecristo desde el siglo XVIII. En el transcurso de la dirigida por el arqueólogo Fernández Miranda, en el año 1970, vieron la luz estructuras de casas de época púnica, cuya cronología se aproximaba al siglo IV a. C, así como materiales y restos de época republicana romana, altoimperial y bajoimperial, fundamentalmente de balsas de salazón.
En el año 1986 una nueva excavación arqueológica puso de manifiesto el potencial arqueológico del yacimiento, y en ella se documentó una fase más antigua, de ocupación fenicia.
En la actualidad, de Abdera conocemos que fue una fundación fenicia de finales del siglo VIII a. C., que reproduce una situación habitual del urbanismo fenicio: en la desembocadura del río Adra (o río Grande), sobre un cerro elevado proyectado hacia el mar, dominando el estuario del río.
Habitada la ciudad posteriormente por los romanos, detentó gran importancia en el Mediterráneo central y oriental, sobre todo por la comercialización del "garum" y salazones de pescado. La fisonomía del Cerro está muy alterada por los trabajos de desmonte y abancalamiento para el aprovechamiento agrícola. En la actualidad se trabaja para la recuperación y puesta en valor del yacimiento.
El tránsito de la antigüedad a la época medieval sigue arrojando grandes interrogantes, si bien fuentes escritas mencionan que el obispo de Abdera acudió al Concilio de Sevilla convocado por San Leandro en el año 590. Sin lugar a dudas, esta referencia, manifiesta que existió poblamiento hasta al menos el siglo VI d. C., y que Abdera continuó detentando cierta importancia al contar con sede episcopal
Lugar de interés del municipio.
Fuente del Mar
Fuente Homenaje a la Agricultura
Albuferas