EN CONTRA DE LO QUE ANTERIORMENTE INDICO: ESTO PARECE SER LO QUE LA CIUDAD DE URCI.
La ciudad romana de Urci está edificada sobre la meseta del cerro del Paredón en el Chuche, lindando con la parte norte de la ibérica Urke, pero en una situación más ventajosa para su defensa. Sus construcciones se descuelgan en cascada sobre su ladera nordeste hacia el río, hasta cuya ribera debieron llegar en su momento de mayor apogeo.
Dependientes de Urci o bajo su influencia política y administrativa podemos citar el poblado minero de Cerro del Fuerte en sierra Alhamilla. En la costa, Portus Magnus sería el puerto por el que comercializar con otras zonas. Algunas factorías de salazones situadas en el litoral, entre Almería y Cabo de Gata, contribuirían al abastecimiento de la ciudad de Urci de pescado y de “liquamen”, el apreciado “garum”.
Quiciliana, Paulenca, Fundus Baianus, Villatoro, son algunas de las “villae”y “fundus” dependientes de Urci, que a lo largo del río Andaráx emergieron a partir del siglo III d. C. empujadas por una sociedad que va a cambiar el clásico modelo romano readaptándose a la nueva situación.
La ciudad romana de Urci está edificada sobre la meseta del cerro del Paredón en el Chuche, lindando con la parte norte de la ibérica Urke, pero en una situación más ventajosa para su defensa. Sus construcciones se descuelgan en cascada sobre su ladera nordeste hacia el río, hasta cuya ribera debieron llegar en su momento de mayor apogeo.
Dependientes de Urci o bajo su influencia política y administrativa podemos citar el poblado minero de Cerro del Fuerte en sierra Alhamilla. En la costa, Portus Magnus sería el puerto por el que comercializar con otras zonas. Algunas factorías de salazones situadas en el litoral, entre Almería y Cabo de Gata, contribuirían al abastecimiento de la ciudad de Urci de pescado y de “liquamen”, el apreciado “garum”.
Quiciliana, Paulenca, Fundus Baianus, Villatoro, son algunas de las “villae”y “fundus” dependientes de Urci, que a lo largo del río Andaráx emergieron a partir del siglo III d. C. empujadas por una sociedad que va a cambiar el clásico modelo romano readaptándose a la nueva situación.