He visitado
Almanzora después de varios años, y he podido comprobar, lo que ha variado. En primer lugar, visité el
palacio y a continuación la
iglesia, por cierto que habian allí, dos señoras del
pueblo y me enseñaron todo, me quedé
maravillada, de ver el cambio.
Luego recorrí el pueblo y nos fuimos hacia la
estación, donde yo tantas veces tome el
tren, y recordamos como era la estación. Bonito todo.