El topónimo que define este municipio alude a la
huerta fértil y no hace sino constatar una realidad, aún hoy palpable. Un dato histórico a resaltar, es que en el s. XVI esta localidad contaba con 120
casas, aunque en la Edad Media debía tener menos, ya que aunque no era cabeza de señorío; sin embargo existen referencias que confirman que hacia el año 1560 este
pueblo pertenecía al Duque de Escalona. Antiguamente, Armuña poseía un
horno para cocer
pan, un
mesón, una taberna y una
herrería en la
plaza, así como tres
molinos harineros, y uno de aceite. Al lado de la plaza del pueblo, ubicada en el centro del mismo, se encuentra la
Iglesia Parroquial, que consta de una sola nave, de construcción ordinaria, dedicada a Nuestra Señora del Rosario, fechada sin precisión sobre el año 1500; esta iglesia posee una custodia, que sale en
procesión el día del
Corpus, que data del año 1624, en el que fue regalada al pueblo por unos nobles cordobeses. Extramuros de la villa hay un
cementerio, y no lejos de éste existió un
castillo que poseía una gran plaza de armas, cuatro
torreones, un almacén de pólvora, un
patio con
columnas de mármol de la
Sierra de los Filabres y una hermosa habitación donde residían los Alcaldes Mayores, administradores y dependientes; también se encontraban en él los calabozos, cárceles y silos para conservar el grano. Toda la construcción se halla realizada por la
piedra típica de la zona, pero actualmente se encuentra totalmente en
ruinas (Sólo queda un aljibe). Las tierras de esta localidad antiguamente eran regadas por el
río Almanzora, el cual poseía abundantes
aguas en
invierno y las suficientes en
verano para regar su vega; también existía una
fuente caudalosa, llamada de Paules, que servía de mojón para las jurisdicciones de esta villa, así como para la de
Purchena. Tradicionalmente, su producción era de cereales, legumbres, remolacha, uva y aceite, ya que poseía numerosos olivares. Actualmente, los principales productos hortofrutícolas del pueblo son sus extensas plantaciones de melocotones y albaricoques, que se encuentran a lo largo del cauce del río Almanzora. Según el personal del
Ayuntamiento de esta localidad, en un principio, Armuña,
Lúcar,
Sierro y Sulfí estaban unidos, siendo posesión de los nobles procedentes de
Córdoba, antes mencionados, destacando el pueblo de Armuña por ser el único lugar donde había servicio farmacéutico. El estudio de un período tan importante de nuestra
historia como es la Guerra Civil se hace dificultoso por haber sido quemados los archivos con toda la documentación existente, aunque este pueblo no es el único en el que sucedieron estos hechos. Como se dice en el diccionario de Madoz del año 1845, «su clima es sano y benigno, las enfermedades más comunes son calenturas intermitentes».