![Puente sobre el río Andaráx- jmr](/fotos_reducidas/7/1/6/00206716.jpg)
El origen del nombre proviene del árabe, Banu Abdus, uno de los varios clanes yemeníes que se afincaron en el
valle del Andarax en la conquista musulmana del siglo VIII.
En su largo recorrido por el tiempo, este
pueblo ha cambiado varias veces su nombre, su religión, el tamaño de su jurisdicción e incluso la ubicación de su núcleo urbano principal. Unas veces ha ejercido como “capital” administrativa, política, religiosa etc, teniendo bajo su protección otros núcleos poblacionales y otras ha llegado a casi desaparecer y quedar solo como una pequeña cortijada dependiente de un núcleo principal distinto.
Tras el paso de algunos
pueblos nómadas por estas tierras, como lo atestiguan la veintena de enterramientos en “cista” de época neolítica hallados en el municipio, aparecen los iberos, que construyen su “oppida” en
el Chuche, en la
finca de las
Palmeras y sus alrededores y lo denominan Urke, capital de la “ceca” de Urkesken. En el siglo segundo antes de
Cristo, los
romanos, en su conquista de Hispania, llegan hasta estas tierras y tras someter a los iberos construyen su ciudad en la meseta del cerro del Paredón, en el lado norte de la ibérica, cambiando su nombre por el de Urci, capital de la “ceca” de su mismo nombre y que partir de mediados del siglo primero, con la llegada del cristianismo, sería tambien sede episcopal. Este nombre lo conservaría en el siglo VIII cuando los visigodos de don Rodrigo, que gobernaban esta zona, son vencidos por las tropas africanas de Tariq y Muza, comenzando la invasión musulmana de la Península y arruinando la ciudad de Urci que desaparece, aunque nó su nombre que desde entonces irá ligado al de
Pechina (Bayyana), al ser esta la ciudad que los árabes eligen como capital del valle del Andaráx. Al poco de la invasión, un grupo de yemeníes se afincan en estas tierras, y una
familia, los Banu Abdus, siembran con su “alquería”, situada junto al
río en el antiguo
camino de Pechina y dependiente de ella, la semilla del pueblo que con el tiempo sería
Benahadux, que pasará de “alquería” a “lugar” y finalmente “municipio” y que a causa de las avenidas y desbordamientos del Andaráx cambiará de ubicación a cotas más altas, en las que se encuentra hoy.
Sujetos a una dura convivencia, los moriscos del Reino de
Granada se sublevaron a partir de las
Navidades de 1568. Precisamente en las cercanías de Benahadux tuvo lugar uno de los sucesos más cruentos de la guerra, como nos relata el cronista contemporáneo Luis del Mármol, que titula este episodio «la encamisada de Benahadux». Un grupo de moriscos sublevados, procedentes de la taha de Marchena (medio Andarax), sobre todo de Huécija, y dirigidos por el vecino de esta localidad Brahen el Cacís, fue a establecerse en la
sierra de Benahadux, entre el Chuche y el pueblo de Benahadux. Según Mármol, los moriscos intentaban agruparse aquí con el fin de asaltar la desguarnecida ciudad de
Almería, aunque eran pocos y mal armados. Derrotados los moriscos, fueron expulsados el día 1 de noviembre de 1570 hacia
Sevilla a través del
puerto de Almería, quedando toda la zona completamente desierta. Con el fin de paliar este vacío demográfico, a partir de 1572 se procedió a repoblar la comarca con cristianos procedentes de fuera del Reino de Granada. Pero sólo se repobló oficialmente Pechina, anejándosele a todos los efectos Benahadux y Alhamilla, que quedaron despoblados y sus haciendas moriscas repartidas entre los repobladores pechineros.