A veces cuando
paseo desde la
ermita de las animas, hasta la Reina de Los Angeles, por debajo de esos frondosos
castaños locos, pienso si existe algo mas tranquilo y bonito, que este
pueblo, que la madre
naturaleza retoco con su barita magica, para que gozaramos del
rincon mas entrañable de la alpujarra. Y no hablemos de esas tertulias en la Gran Peña, donde se habla de todo y nada, solo por el placer de tomar el fresco con los
amigos en las
noches de
verano. En fin que os voy a contar que vosotros
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