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Un saludo cordial a todos los amigos de FONDON y toda la alpujarra, sin dejar fuera a ninguno de los que participáis en este foro. Os voy a contar una bonita historia que me pasó a mí hace muchos años. Iba yo de Segorbe a Liria por una carretera estrecha y llena de curvas con bastantes desniveles, viajaba solo, en esas circunstancias, me gané un buen amigo, que sin verlo, y sin conocerlo personalmente, ni nadie haberme hablado de él, ha quedado en un lugar privilegiado de mi corazón. Todo todo empezó, cuando ví una lápida a la derecha del camino, que por la peligrosidad del sitio no pude leer, pero un día por fín, pude saber que se trataba de un joven que murió de accidente en ese sitio. Se llamaba José Luis. Desde el primer momento elevé una oración por él. Y lo hago siempre que paso por allí. Y estoy seguro que él también desde el cielo, me considera un amigo y pide al Señor por mí, por mi familia y por todos mis amigos. Cuando he tratado de pensar porqué puede existir esa amistad, he sacado en conclusión que es por la Comunión de los Santos, en la que unos fieles tienen parte en los bienes espirituales de los otros, como miembros de un mismo Cuerpo. Los que vivimos, ( Iglesia militante), los que ya gozan, para siempre de la presencia de Dios, (Iglesia triunfante) Y los que esperan, con ilusón llegar pronto a su destino gozoso y eterno. Y ¿por qué os he contado esta historia? Pues muy sencillo, porque me pasa igual con vosotros, que sin haberos visto, ni haber hablado con vosotros, os considero unos buenos amigos. Cuando, alguna vez, cuente esta reciente y bonita historia, de mi amistad con vosotros, diré que todo empezó: con unos roscos de vino, que me trajeron de FONDON (Almería. Cordialmete, Manuel García. 24/10/2006.