El
puente de
Gérgal, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2004, es una importante obra de ingeniería de finales del siglo xix y principios del xx. Se comenzó su construcción en 1880, pero, por problemas aparecidos en los terrenos, sufrió un retraso de veintiocho años. No sería hasta 1908 cuando se concluyó la obra bajo la dirección del ingeniero ferroviario José Molero Levenfeld. Realizado con
piedra, barro y grandes bloques en los
arcos y muros, consta de un gran
arco central sobre el cauce principal de la
rambla de Gérgal y dos arcos secundarios, uno a cada lado, para acoger una gran avenida de
agua, frecuentes antiguamente con las
tormentas de
verano.