Esta poesía va dedicada a Góñar y para todo aquel que le guste y quiera leerla, también agradecería algún comentario sobre ella. Como se puede ver hace varios años que la escribí y hoy me he decidido a publicarla.
GOÑAR, RINCÓN DEL ALMA
Cuando sale el sol por la sierra
y extiende su blanco manto
ilumina toda esa tierra
con su alegría y su encanto
Era un inmenso placer
al levantarse temprano
disfrutar del amanecer
en aquel ambiente tan sano
Y en el ocaso del día
podías disfrutar también
viendo la lenta agonía
del sol al atardecer
Cn el contraste que forman
las nubes y el sol paciente
entre el llano y la montaña
por el lejano poniente
Y por la noche la luna
estando en su fase llena
con su tenue luz la acuna
como un canto de sirena
El viento mueve los árboles
cuando se arrecia su brisa
y las hojas las bandea
como un toro su divisa
Paseando por el monte
te hacia ser feliz
al otear por el horizonte
el vuelo de la perdiz
Cuando pasaba el invierno
llegaba la primavera
y brotaba el suelo eterno
floreciendo la pradera
Mirabas desde lo alto
todo el llano en su esplendor
los colores rosa y blanco
de los almendros en flor
Y en el monte cual quimera
también sacaban el brillo
las albaidas por la ladera
con su color amarillo
Valencia, Junio 2007
Por las noches entre sueños
te sentías relajado
oyendo caer la lluvia
en lo alto del tejado
Anidaban golondrinas
haciendo nidos en el techo
que como aves divinas
en el construían su lecho
Andando por el camino
allí bajo del cañar
oíamos un sonoro trino
del ruiseñor al cantar
Era un canto de alegría
el trino de su garganta
allá al despertar el día
que sonaba a cosa santa
Ya que los años pasaron
lo recuerdo con nostalgia
el sabor que me dejaron
las vivencias de mi estancia
En fin que te haces mayor
y añoras aquellos tiempos
que no le dabas importancia
a estas cosas que ahora cuento
Es un recuerdo muy vano
que aun pasea por mi mente
de la tierra que yo amo
de mi pueblo y de su gente
Los que de ahí no salieron
siempre les quedo el consuelo
que en esa tierra vivieron
como morando en el cielo
Una tierra misteriosa
tranquila y acogedora
muy postinera y graciosa
que sus hijos siempre adoran
Esto es un canto de amores
que en mi corazón se encierra
canto de los ruiseñores
que yo le canto a mi tierra
Lucas Parra Martínez
GOÑAR, RINCÓN DEL ALMA
Cuando sale el sol por la sierra
y extiende su blanco manto
ilumina toda esa tierra
con su alegría y su encanto
Era un inmenso placer
al levantarse temprano
disfrutar del amanecer
en aquel ambiente tan sano
Y en el ocaso del día
podías disfrutar también
viendo la lenta agonía
del sol al atardecer
Cn el contraste que forman
las nubes y el sol paciente
entre el llano y la montaña
por el lejano poniente
Y por la noche la luna
estando en su fase llena
con su tenue luz la acuna
como un canto de sirena
El viento mueve los árboles
cuando se arrecia su brisa
y las hojas las bandea
como un toro su divisa
Paseando por el monte
te hacia ser feliz
al otear por el horizonte
el vuelo de la perdiz
Cuando pasaba el invierno
llegaba la primavera
y brotaba el suelo eterno
floreciendo la pradera
Mirabas desde lo alto
todo el llano en su esplendor
los colores rosa y blanco
de los almendros en flor
Y en el monte cual quimera
también sacaban el brillo
las albaidas por la ladera
con su color amarillo
Valencia, Junio 2007
Por las noches entre sueños
te sentías relajado
oyendo caer la lluvia
en lo alto del tejado
Anidaban golondrinas
haciendo nidos en el techo
que como aves divinas
en el construían su lecho
Andando por el camino
allí bajo del cañar
oíamos un sonoro trino
del ruiseñor al cantar
Era un canto de alegría
el trino de su garganta
allá al despertar el día
que sonaba a cosa santa
Ya que los años pasaron
lo recuerdo con nostalgia
el sabor que me dejaron
las vivencias de mi estancia
En fin que te haces mayor
y añoras aquellos tiempos
que no le dabas importancia
a estas cosas que ahora cuento
Es un recuerdo muy vano
que aun pasea por mi mente
de la tierra que yo amo
de mi pueblo y de su gente
Los que de ahí no salieron
siempre les quedo el consuelo
que en esa tierra vivieron
como morando en el cielo
Una tierra misteriosa
tranquila y acogedora
muy postinera y graciosa
que sus hijos siempre adoran
Esto es un canto de amores
que en mi corazón se encierra
canto de los ruiseñores
que yo le canto a mi tierra
Lucas Parra Martínez