Y, con él, homenaje a mi bisabuela, dos cerebros, dos seres humanos de gran categoría. A Ambos las gustaba la lectura, lo bucólico es lo que le iba, al tío Emilio, pastorear y leer, algo que he tenido la fortuna de heredar, me gusta lo rural, me apasiona la lectura. Aquellas tardes de los domingos, en los que la Mamá (Así la llamábamos toda la familia, larga familia, hermosa familia) hacía que le leyera la hoja parroquial y hasta la comentábamos. Al tío lo tenéis ahí en su Pulpí del alma, la Mamá, ... (ver texto completo)