Tras la denuncia del robo y la agresión que sufrieron las víctimas, los agentes inician su investigación contando con los escasos datos aportados por las víctimas, así como por los testigos que presenciaron la huída del presunto autor de los hechos, con lo que se establecen varias líneas de investigación.
En sus indagaciones, tienen conocimiento de que una persona podía tener en su poder el móvil sustraído a las víctimas, motivo por el que realizan una serie de gestiones, con el uso de técnicas operativas, que posibilitan su identificación. Con esto, los agentes llevan a cabo el registro del domicilio de J. M. A., que comparte con su pareja D. C. C., lugar donde encuentran cuatro armas cortas, más de 14.000 euros, así como 31 gramos de cocaína, más de un kilo de marihuana y el teléfono móvil sustraído.
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