Lubrín fue poblada desde 1587 por
familias procedentes de distintas provincias, perteneciendo en un principio al señorío del Marqués del Carpio y posteriormente a los Duques de Berwik y Alba. La abundancia de cereal y
olivo en la zona, hizo que existieran tres almanzaras y seis
molinos harineros. La emigración ha constituido uno de los fenómenos sociales más importantes y que más ha afectado al
pueblo. Tierra de emigrantes que, como primer destino, fue EE. UU., especialmente California. Esta tendencia cambió a partir de los años 40 se mantiene la emigración, pero esta vez y hasta hace muy poco tiempo, a
Cataluña. Se ha seguido produciendo también un flujo ininterrumpido de carácter migratorio; los jóvenes se han ido marchando al exterior de la provincia y los mayores a la capitalidad del municipio, fenómeno que afecta no sólo a la propia villa, sino también a las pedanías, en las que se hace más notable el descenso de habitantes.