Como me lloran de vez en cuando los ojos. Cuando he visto el Bia que he puesto, me ha recordado un telegrama, que en una
noche que hubo incidencias, escribieron dos lumbreras, en los libros utilizados por RENFE para estos casos. Menudo telegrama, como dejaba aquello mí padre así escrito. Tuvimos que ingeniarnos, no exilia ni la tira, ni el botecillo que hoy soluciona esos problemas. Perdón, suelen dolor los ojos. Hoy, casi más que ayer, hay cada universitario…