La situación geográfica del término municipal y su situación histórica en el
Valle del
río Andarax, topográficamente con montículos fácilmente defendibles entre el propio río y
Sierra Alhamilla, han favorecido asentamientos de diversos
pueblos y civilizaciones desde el III milenio a. c.
Así, en la orilla izquierda del río Andarax, junto al
camino que va desde
Pechina a
Rioja, se alza el cerro del Fuerte, cuya murralla defensiva encerraba una población que poseía crisoles para fundir metales. En este mismo emplazamiento se han podido encontrar multitud de fragmentos de
cerámica romana.
Su situación ha favorecido el asentamiento de pueblos a lo largo de la
historia, desde la época prehistórica hasta la romana.
Rioja sufre un descenso de la población, tanto en la década de los setenta, como antes en la de los cuarenta, debido fundamentalmente a la emigración, proceso que se inició a partir de 1910 con la crisis de la uva. Más tarde, la crisis general de la
agricultura por la escasez de
agua, la tristeza del naranjo, los elevados costes de producción y baja rentabilidad completaron este proceso. A finales del siglo XVI Rioja sólo cuenta con 94 personas, que se reparten las antiguas tierras de los moriscos, de los cuales sólo 12 eran cristianos viejos. En esta época también se convierte en
pueblo, aunque
Gádor logró incrementar su propio término a costa de territorios que anteriormente habían pertenecido a sus vecinos.
Su mayor esplendor durante el periodo de Al-Andalus y también podemos hablar del inicio de su decadencia con la conquista cristiana de 1489, formando parte de la jurisdicción de
Almería.
Con la rebelión morisca en 1568 y su posterior expulsión del Reino de
Granada en 1570, Rioja quedó prácticamente despoblada ya que más del noventa por ciento de la población era morisca. El 17 de abril de 1570, don Juan de
Austria, encargado por Felipe II para sofocar la rebelión, llegó a dormir en Rioja. La repoblación se haría en años posteriores con cristianos viejos pasando a depender de Gádor hasta obtener su independencia en el año 1635.
Al finales del siglo XVI Rioja sólo cuenta con 94 personas que se reparten las antiguas tierras de los moriscos, de los cuales sólo 12 eran cristianos viejos. En esta época, también se convierte en pueblo, aunque Gádor logró incrementar sus propio térmico a costa de territorios que anteriormente había pertenecido a sus vecinos. En este sentido es imprescindible el estudio llevado a cabo por el historiador D. Antonio Gil Albarración del LIBRO DE APEOS, DESLINDE Y REPARTIMIENTO DE RIOJA, GÁDOR Y QUICILIANA, del 1787.
Según Madoz se explotaron en el siglo XIX algunos criaderos argentíferos situados en la sierra, aunque su producción era escasa. También en la segunda mitad del siglo XIX se verá impulsada su economía por el cultivo de la uva de Ohanes, iniciando su crisis a partir de 1910. En la década de los cuarenta, la postguerra, y los setenta se verá sacudida por la emigración.
En la actualidad, su actividad económica se centra en la agricultura, algunas pequeñas industrias y su proximidad a la capital hace posible la implantación de industrias y el incremento de la actividad constructora. En su término se encuentran los baños de Alfaro, de
aguas sulfurosas cálcicas, indicadas para dermatitis y catarros de
vías respiratorias.
EL 17 de abril de 1570 don Juan de Austria llegó a dormir en Rioja pasando a
Santa Fé de Mondújar, dando un plazo de 20 días pra que los moros fueran reducidos. En esta época Rioja es incorporada, junto con Quiciliana, a Gádor hasta 1635 en que vuelve a ser municipio independiente. Hacia 1572 el número de viviendas e Rioja era de 49, las cuales se componían de cocina,
palacios (dormitorios),
corrales, y algunas poseían
horno particular.