Es el año en que se vendió la
finca Hacienda Las
Norias a una sociedad de valencianos y belgas. Yo no había nacido aún pero bastantes años después supe que la querían para inundar nuestro "Paraíso" de urbanizaciones. Pero gracias a Dios no fue así. Las pitas todavía están. Pero el
camino se lo han cargado y casi nos hacen una autopista de acceso. La zona del embarcadero al pie del Cerrico Romero en temporada alta parece un
camping de caravanas (testigo
Semana Santa 2009).
FUENTE FOTO:
Familia TORRES.