"... bajando con la ilusión de entrar en ese pequeño pero bonito
valle, en ese momento al menos a mí me vienen a mi memoria en pocos segundos tantos recuerdos, padres,
amigos,
juegos,
colegio etc. etc. y cuando giro la cabeza a la derecha y veo a lo lejos el cerro El Cinto nunca he podido contener las lágrimas mi mujer calla y me pasa la mano por la nuca, me entiende sin tener que hablar..." DON RAMÓN PÉREZ MONTOYA