Allá por 1948, mi tío Manuel Méndez había decidido emigrar a Argentina, tal como lo estaban haciendo muchos compañeros suyos de las minas, y tal como lo había hecho su hermana -es decir, mi madre- veinte años atrás. Además de su mujer y sus hijos, haría el viaje con sus padres, puesto que éstos eran ya muy mayores y tenían en él a su único sostén.
Toda la familia, pues, se abocó a procurar sus respectivas partidas de nacimiento, ya que las mismas eran imprescindibles para poder viajar. Pero con mi abuela surgió un problema: jamás había sido asentada en ningún sitio. La tía Frasca la Ramoncica había nacido, había crecido, se había casado, había parido y criado cinco hijos, había trabajado toda su vida de sol a sol... pero oficialmente era alguien que no existía.
Finalmente, luego de largos y engorrosos trámites, consiguió el dichoso documento, que dice así:
"Libro 63, Folio 43, Núm. 50 - Don Juan Amérigo Molina, Juez Comarcal de Níjar, provincia de Almería, y encargado de su Registro Civil certifica: Que el acta al margen reseñada, literalmente dice así: En Níjar, provincia de Almería, a las catorce del diez y seis de febrero de mil novecientos cuarenta y ocho, ante D. Juan Amérigo Molina, Juez Comarcal, y D. Francisco Cañadas Bretones, secretario, se procede a inscribir fuera de término el nacimiento de una hembra ocurrido en su casa, a las nueve del día nueve de septiembre de mil ochocientos setenta y cinco. Es hija legítima de Ramón Fernández Alías y de Concepción Freniche Giménez, casados y de esta naturaleza, nieta por línea paterna de Francisco Fernández Gil y Leocadia Alías Lara, y por la materna de José Freniche Segura y Francisca Giménez Segura, todos de esta naturaleza, y se le ponen los nombres de Francisca. Esta inscripción se practica en este Juzgado, en virtud de auto recaído en expediente instruido al efecto. Leída este acta se sella con el de este Juzgado y la firma el señor Juez, de que certifico. (Fdo.) Juan Amérigo - Francisco Cañadas".
Pero por motivos que no vienen al caso, en definitiva ese viaje no se realizó. Mi tío siguió trabajando en la mina (no sé cómo habrá hecho para sobrevivir a la silicosis), y nosotros seguimos viviendo en Argentina. Mi madre se vio privada del emotivo momento que hubiera sido para ella poder reencontrarse con su hermano y con sus padres, dos décadas luego de haberlos visto por última vez. Y mis hermanos y yo también quedamos privados de la ilusión que nos hubiera hecho poder conocer a nuestros abuelos, de quienes tanto escuchábamos hablar.
Cordiales saludos a todo el foro.
Toda la familia, pues, se abocó a procurar sus respectivas partidas de nacimiento, ya que las mismas eran imprescindibles para poder viajar. Pero con mi abuela surgió un problema: jamás había sido asentada en ningún sitio. La tía Frasca la Ramoncica había nacido, había crecido, se había casado, había parido y criado cinco hijos, había trabajado toda su vida de sol a sol... pero oficialmente era alguien que no existía.
Finalmente, luego de largos y engorrosos trámites, consiguió el dichoso documento, que dice así:
"Libro 63, Folio 43, Núm. 50 - Don Juan Amérigo Molina, Juez Comarcal de Níjar, provincia de Almería, y encargado de su Registro Civil certifica: Que el acta al margen reseñada, literalmente dice así: En Níjar, provincia de Almería, a las catorce del diez y seis de febrero de mil novecientos cuarenta y ocho, ante D. Juan Amérigo Molina, Juez Comarcal, y D. Francisco Cañadas Bretones, secretario, se procede a inscribir fuera de término el nacimiento de una hembra ocurrido en su casa, a las nueve del día nueve de septiembre de mil ochocientos setenta y cinco. Es hija legítima de Ramón Fernández Alías y de Concepción Freniche Giménez, casados y de esta naturaleza, nieta por línea paterna de Francisco Fernández Gil y Leocadia Alías Lara, y por la materna de José Freniche Segura y Francisca Giménez Segura, todos de esta naturaleza, y se le ponen los nombres de Francisca. Esta inscripción se practica en este Juzgado, en virtud de auto recaído en expediente instruido al efecto. Leída este acta se sella con el de este Juzgado y la firma el señor Juez, de que certifico. (Fdo.) Juan Amérigo - Francisco Cañadas".
Pero por motivos que no vienen al caso, en definitiva ese viaje no se realizó. Mi tío siguió trabajando en la mina (no sé cómo habrá hecho para sobrevivir a la silicosis), y nosotros seguimos viviendo en Argentina. Mi madre se vio privada del emotivo momento que hubiera sido para ella poder reencontrarse con su hermano y con sus padres, dos décadas luego de haberlos visto por última vez. Y mis hermanos y yo también quedamos privados de la ilusión que nos hubiera hecho poder conocer a nuestros abuelos, de quienes tanto escuchábamos hablar.
Cordiales saludos a todo el foro.
José Ramón, el caso de tu madre es idéntico al de la mía, solo con la diferencia de que mi madre quedó con mi padre en España, y los que marcharon a Argentina fueron sus padres y cinco hermanos. ¡Cuantas lágrimas vi derramar a mi madre recordando a sus padres y hermanos! Y decir, nunca los volveré a ver pues ya nos despedimos en vida…. para siempre.
José Ramón, muchos somos los que por estas circunstancias, no pudimos conocer a nuestros abuelos, tíos y primos. En mi mensaje anterior ya lo decía. Mi familia de España, cogeríamos todos en una furgoneta.
Saludos cordiales.
José Ramón, muchos somos los que por estas circunstancias, no pudimos conocer a nuestros abuelos, tíos y primos. En mi mensaje anterior ya lo decía. Mi familia de España, cogeríamos todos en una furgoneta.
Saludos cordiales.