RODALQUILAR: Acabo de leer tu relato, es precioso. ¿Ves como poder,...

Hola a tod@s: hoy he estado conversando con mi nieta de diez años y al hacerme la pregunta, de como es mi pueblo, no sé si, le habré explicado con claridad todo lo que conozco de Rodalquilar. Algunas cosas, no le he contado ya que sería muy largo además, de explicarlo aquí.
Empecé diciéndole que, mi pueblo no es muy grande pero es muy atractivo con sus casitas casi todas de blanco, que resaltan sobre ese color terroso salpicado de puntitos verdes que son los palmitos; que hay un grupo de estas casitas unidas entre sí formando como un cordón (yo diría más desesenta) y que a estas viviendas, los que somos de allí, le llamamos el tren porque al estar cada una de estas casitas todas de planta baja adosadas, parecen que forman un ferrocarril; pero que, a la mitad de este, queda desenganchado un tramo de este tren en donde queda una separación entre la barbería del Lloris y la tienda de Antonio Salinas; esa prolongación del tren, llega hasta una placita que le llamábamos el tenis y donde en algunas ocasiones, jugábamos algunos niños del pueblo y cuando llegaba un circo era el espacio para ser instalado.
Gran parte de este cordón de casas que he mencionado, iba mas o menos paralelo a un barranco al cual le llamamos rambla y entre esta rambla y estas casas, estaba la calle que se puede decir era la calle principal del pueblo (actualmente, lleva el nombre de Santa Bárbara). Al otro lado de la calle, junto al lado izquierdo de la rambla y como a mitad de la calle, había otro grupo de casas también blanqueadas; me atrevería que, era un grupo aproximado de unas diez ó doce viviendas. Más abajo y en el mismo lado, a unos cincuenta ó sesenta metros de la placita del tenis, hay otro grupo de casas: donde recogíamos el correo por las tardes y al otro lado, creo que, vivía el tío Manuel Martínez que en paz descanse, (cuando yo pasaba por las mañanas por ese bendito camino, y estaba este buen señor en la calle dando un paseo, me saludaba de esta manera: "buen día"). Me hacía gracia su saludo ya que, estaba acostumbrado a que, todo el mundo decíamos, "buenos días". Algo más abajo de donde recogíamos el correo, estaba la tienda de José Pérez; terminando este conjunto de viviendas, hacia la derecha y dirección rambla, estaba la escuela y la casa de D. Jesús. Había otro grupo de unas cinco ó seis casas, perpendicular a la rambla y al camino que se dirigía a Los Gorriones en donde vivía mi amigo Juan Perea.
No sabía como decirle a mi nieta que, más de cincuenta viviendas de los obreros y que forman parte de la historia de Rodalquilar, están en ruinas; así como sus colegios y que siento tristeza cuando veo las fotografías de este poblado.
Seguí contándole a mi nieta, cómo es la iglesia, lo que era el economato, el horno donde hacían el pan Diego, Paco... y que en ese mismo horno, para Navidad, nuestras madres llevaban las roscas y las tortas de chicharrones para cocerlas.
Le conté que este pueblo tenía su cine, dos bares que se hacían la competencia; que los domingos y días de fiesta, había baile en los dos y cada uno de los dueños, procuraba poner la mejor música para bailar; un campo de fútbol donde jugaba el equipo del pueblo y que este llevaba el nombre de la empresa que dirigía las minas ADARO. Al ser un pueblo cercano a la costa y ser uno de los más habitados de la comarca, tenía su cuartel de la guardia civil y era el cuartel principal de todo el territorio del parque de Cabo de Gata. (esto es, lo que yo tenía entendido). La farmacia, el dispensario del médico D. Ignacio, el casino, los talleres de mecánica y carpintería, la fundición y como no, las barberías de Juan Antonio y Antonio Lloris.
Le hablé de sus cortijos repartidos por todo el valle, con sus norias, sus huertas y sus eras para trillar la mies.
Le dije además, que, este pueblo está rodeado de montañas volcánicas y de sus entrañas se han extraído muchos minerales entre ellos el oro durante muchos años; Que entre estas montañas, aparece un precioso valle de varios kilómetros el cual llega hasta una playa que llamamos El Playazo por ser quizás, la playa con mas longitud de Rodalquilar.
Tuve que hablarle de sus fiestas: Miriam, las fiestas eran muy divertidas, como son todas las fiestas; en Rodalquilar, se celebra la de San Pedro y la de Santa Bárbara que es la patrona de los mineros y creo también, del cuerpo de artillería. Esta fiesta de Santa Bárbara, era la que más me gustaba, ya que, había muchos concursos; como partir piedras con un marro, subir a la cucaña, concurso de comer morcilla... Era preciosa la procesión donde unos cuantos mineros con sus atuendos limpios propios de su oficio desfilaban tras la imagen de Santa Bárbara y seguidamente, desfilaba también, varios números de la guardia civil con sus trajes de gala, sus correajes de color amarillo y tricornios ribeteados en dorado. ¡Que bonito era ver todo eso!
Recuerdo muy bien que, un año, un grupo de la Sección Femenina, les dió clase de baile a un grupito de chicas; este baile, era parecido a unas jotas y una de las canciones decía más ó menos así: "en esta calle vivía mi novio caballero, que me dió la calabaza, antes que yo se la diera; que no te peines a lo torero, que no te peines que no te quiero...
A mi nieta le he hablado de las plyas donde nos bañábamos, pescábamos y cogíamos lapas y caracolillos de las rocas llevando mucho cuidado de no pisar los erizos, que en aquellas rocas de Piedra Negra, abundaban tanto.
No todo era alegría, pues al ser Rodalquilar un pueblo minero, por desgracia, había algún fallecimiento; si no era por la silicosis, era por accidente. ¡Cuántos hijos y esposas de estos obreros hemos llorado la pérdida de nuestros seres queridos!
También tuvo que ser muy triste y muy duro cuando cesó la actividad en las minas. Dejar así de repente, tu casa, tu familia tus amigos y en fin, tu pueblo por esa fuerza mayor de tener que buscarse la vida en otro lugar; para muchos lejos de Rodalquilar.
Sin haber vivido este éxodo, me emociono nada más, pensarlo.
Disculparme por haberme atrevido a mencionar todas estas cosas; si menciono alguna persona, lo hago con el mayor cariño y respeto.
Mi nieta Miriam, me pidió que le contara más de nuestro pueblo; le dije que, otro día le contaría mas cosas buenas. Me preguntó que, cuando la voy a llevar a Rodalquilar; le dije que, cuando la dejen sus padres.
A vosotros os digo: muchas gracias por aguantarme
Saludos de Manuel Méndez Compán.

Acabo de leer tu relato, es precioso. ¿Ves como poder, es querer?. Tú también sabes hacer bonitos relatos, sólo es cuestión de proponértelo.
Recibe un abrazo Manuel, de Gildo.