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RODALQUILAR: Amigo Gines: que gran información la tuya al referirte...

Casitas blancas.
Mucha luz tiene nuestro pueblo, pero aun resplandecía más cuando lo mirábamos a cierta distancia con aquellas casitas y cortijos recién blanqueados.
Nada extraño era ver en primavera, a una mujer subida en una escalera normalmente hecha de pitacos, ataviada con unos pantalones del marido y con un pañuelo en la cabeza, con un cubo y un escobón hecho de palma, blanqueando a la vez que cantaba alguna vieja canción.
Pero hubo un año el cual no recuerdo exactamente aunque me atrevería a decir que fue el 58 cuando vino el que hoy es nuestro Rey, el príncipe J. Carlos, de visita a (nuestras minas).
Normalmente la cal se la compraban a la “tía mitailla” creo que se llamaba Ángeles, venía con su borriquilla con los serones cargados de cal, vendiéndola una vez que la pesaba con su romana. Pero aquel año la cal la pagaba la empresa; mirando la planta desde abajo, al lado derecho en la falda de la montaña había una casa “la calera” a la cual recuerdo que acudían las mujeres con calderos para que le diesen la cal. Aquel día acompañé a mi madre a por aquellas piedras blancas que luego las ponía dentro de una tinaja que ya tenía para este menester y al echarle agua aquellas piedras hervían y a su vez el agua, así se (apagaba) la cal. Una vez enfriada, a blanquear aquellas paredes tanto por fuera como por dentro de la casa, acababan cansadas pues eran muchos metros y muchos escobonazos los que tenían que dar y muchos escalones de pitaco que subir y bajar. Hoy en día no se blanquea, se llama al pintor y se pinta la casa de colorines.
Los hombres también tenían su faena, subir al terrao y en un cubo hacía una mezcla clara, de agua y cemento la cual la extendían con un escobón por todo el terrao para evitar las goteras, su otra faena era limpiar y embadurnar con aceite de oliva las alfajías del techo de la casa.
Nota: Hoy si algo se blanquea, es el dinero. ¡Cómo cambian los tiempos!
¿Alguien se acuerda del hecho, y si fue por la visita del Príncipe?
Son tantos los recuerdos………
Un abrazo.

Amigo Ramón. En la hemeroteca de algún periódico nacional que no nacionalista se escribió el 24 de junio de 1964 que el día 27 por la mañana el entonces "Príncipe Don Juan Carlos y su esposa, la Princesa Doña Sofía girarán visitas a las zonas de colonización de Níjar y minas auríferas de Rodalquilar".
Algunos ni siquiera habíamos nacido.
Un fuerte abrazo.

Apreciable amigo Ginés: permíteme que entre en la conversación entre tu y nuestro amigo Ramón Pérez Montoya. Quisiera aclarar que quizás vosotros os referís a otra visita del príncipe Juan Carlos a Rodalquilar porque yo, la única visita que recuerdo de cuando nuestro rey D. Juan Carlos y que entonces era príncipe, fue anterior a esa fecha y yo diría, que fue por el año 57 ó 58 y despues de la visita de Franco. No se si estoy confundido, pero creo que aún iba yo, al colegio de D. José Fornieles. En esta visita del príncipe, recuerdo que llevaba el uniforme de la marina. No recuerdo lo de blanquear las fachadas en aquella fecha. Si recuerdo, que cuando fue Franco, se adornó con piedras blanqueadas, ambos lados del camino ó calle que va desde la esquina del bar del Pintao hasta la iglesia. En esta visita a la que me refiero, el príncipe Juan Carlos, aún no estaba casado. En el año 64, yo, ya no estaba en Rodalquilar.
Saludos de Manuel Méndez Compán

Amigo Manuel. Del asunto de la visita del entonces Príncipe D. Juan Carlos a Rodalquilar te comento lo que se publicó en esta casa el 29/03/2010:"Se publicó en el diario ABC el Domingo 28 de junio de 1964:
"LOS PRÍNCIPES DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA VISITAN LAS MINAS AURÍFERAS DE RODALQUILAR
SS. AA. RR. Se informan personalmente de la transformación de las tierras bajas almerienses
Almería, 27. (Crónica de nuestro corresponsal, por teléfono). En esta segunda jornada, tan laboriosa y eficaz como la anterior, SS. AA. RR. Los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía han completado la información personal directa de la obra de transformación que las tierras bajas de Almería están experimentando bajo los auspicios del Instituto Nacional de Colonización. Zonas infecundas, pedregosas unas y cargadas de salinidad otras, no dejaban asomar entre ellas el más leve indicio de vida vegetal. Las más próximas a la playa, salitrosas y húmedas, han sido enarenadas, y con este sistema se aprovechan hasta ahora unas 530 hectáreas, más aquellas otras en las que la iniciativa privada ha seguido el mismo plan. Actualmente se obtienen 2 y 3 cosechas anuales de maíz y de frutos hortícolas, muy apetecidos éstos en el extranjero. Más adentro, en las comarcas ásperas y resecas que lindan con la carretera, suelos esqueléticos antes, en los que los tractores se han empleado a fondo durante varios meses, se han abierto pozos y construido canales, se han nivelado los suelos y se han trazado caminos, afirmados unos y sin firmes otros. Esa vasta comarca con rentas nulas, la mayoría son ahora terrenos de regadío, verdes y jugosos, que permiten la explotación en gran escala, sobre todo de judías, pimientos, tomates y pepinos.
Unas 8000 hectáreas se hallan divididas en espléndidos huertos, donde, asentadas centenares de familias labradoras de Almería y otras provincias, hacen actualmente una vida sana y productiva, sin agobios ni preocupaciones materiales, seguras de un porvenir y de una vejez a salvo de las dramáticas tintas que antes ensombrecían los hogares de los trabajadores del campo. Los Príncipes han recorrido gran parte de los campos de Níjar, Rodalquilar y Dalías, interesándose por los trabajos efectuados y admirando y elogiando el sentido social y cristiano de la obra realizada. También visitaron algunos de los nuevos poblados-casas amplias, soleadas y alegres-construídos por Colonización a la sombra y amparo de los nuevos cultivos. En todas partes las augustas personas han conversado afablemente con los colonos, se han interesado por sus quehaceres y han estrechado cariñosamente la mano de muchos. No finalizaron su excursión por la costa mediterránea sin detenerse en las minas auríferas de Rodalquilar, donde conocieron las distintas fases de extracción y funcionamiento de los servicios, y presenciaron la fundición de dos barras de oro de 8 kilos cada una. La impresión obtenida por los Príncipes en todas sus visitas no ha podido se más halagadora.
Las tierras de Almería, su potencial minero, sus recursos agrícolas y la seguridad del agua, que brota apenas se profundiza en sus tierras, para seguir transformando secanos en regadíos, es decir, para aumentar las fuentes de riqueza de la provincia, han dicho a Sus Altezas lo que Almería puede y significa en el acervo económico nacional, a poco que a sus elementos naturales se les dedique alguna atención. J. VALLÉS PRIMO"
El 25/03/2010 también se publicó en esta casa: "Se publicó el Miércoles 23 de julio de 1967 en el diario LA VANGUARDIA:
"LOS LARGOS VIAJES DEL PRINCIPE POR LAS TIERRAS ESPAÑOLAS:
Durante los últimos años su contacto con los hombres y los pueblos de España ha sido intenso y aleccionador
Almería. — Estuvo por primera vez con ocasión de la visita a dicha población de las flotillas de minadores, cuando realizaba prácticas de marino. Ha recorrido las zonas de colonización de Níjar, Campohermoso, Puebloblanco, Aguadulce, Ejido, Berja y Adra. Ha permanecido algún tiempo en las minas de oro de Rodalquilar, y, en conjunto, ha recorrido toda la provincia."
Cronológicamente su primera visita debió ser entre 1957 y 1958 que fue la época en que el entonces Príncipe de España cursaba sus estudios en la Escuela Naval Militar en Marín (Pontevedra) en sus prácicas de marino en una visita de la flotilla de minadores al puerto de Almería. Un año antes había sucedido un horrible accidente: durante las vacaciones de Semana Santa de 1956, el 29 de marzo, Jueves Santo, en la residencia familiar de Estoril, llamada todavía hoy Villa Giralda, en el n.° 367 de la rua de Inglaterra, a Juan Carlos, que ya tenía 18 años cumplidos, se le disparó accidentalmente un revólver mientras jugaba en el desván de la casa con su hermano menor, Alfonso, lo que causaría la muerte de Alfonso.
Vuestra memoria prodigiosa no os puede traicionar tanto a Ramón como a ti, amigo Manuel. Yo de primeras me fui a la visita de 1964 pero vuestras dudas me han obligado a buscar la noticia en las hemerotecas.
Un fuerte abrazo.

Amigo Gines: que gran información la tuya al referirte al tema de las visitas del príncipe D. Juan Carlos a Rodalquilar. Con tu escrito, queda aclarado perfectamente todo lo relacionado a lo que comentábamos Ramón, tu y yo; con lo cual quedo muy agradecido por el interés que te has tomado.
Recibe mis saludos mas cordiales amigo.