- Una mañana de verano del año 1962, en la bicicleta de mi padre me dirigí al Playazo junto con mi amigo Pablo González (hijo del Cabo Pablo) y tras darnos un buen baño empezamos el camino de regreso hacia Rodalquilar, la vuelta en la bicicleta era más dura que la ida por lo que nos íbamos turnando para darle a los pedales, pero llegando a la Ermita tuvimos un grave percance ya que se partió la horquilla de la bicicleta y nos quedamos sin medio de locomoción.
Esta bicicleta ya tenía muchos años y era muy antigua, ya que mi padre la tenía desde su juventud, no para pasearse sino para trasladarse a su trabajo, pero yo aprendí a montar en ella y le tenía gran cariño por lo que me dio bastante disgusto ya que no tenía arreglo alguno.
Yo sabía que en la Ermita vivía un señor llamado Pepe Cruz amigo de mi padre, el cual además de su trabajo en una huerta se dedicaba a vender bicicletas nuevas y usadas, por lo que ante la idea de regresar al pueblo con la bicicleta a cuestas, le dije a mi amigo Pablo que iríamos a casa de este señor y dejaríamos allí los restos de la bicicleta. Este señor nos atendió la mar de bien cuando le dije que era hijo de su amigo Juan Felices, además nos dijo que nos lleváramos una que tenía usada para la venta y que se lo comentara a mi padre por si le interesaba.
Bueno, el problema quedó más que resuelto ya que Pablo y yo continuamos el regreso al pueblo en la nueva bicicleta. Cuando le comenté a mi padre lo sucedido me contestó que con dos generaciones ya se había portado bien la vieja bicicleta. Después puesto de acuerdo con Pepe Cruz mi padre le compró esta última bicicleta por 500 pesetas, la tuve conmigo hasta el final de mi juventud y en ella no solo me subí yo, sino que muchos niños de Rodalquilar amigos míos, pues solíamos irnos al campo de fútbol y allí nos turnábamnos para practicar a conducirla sin manos.
Quisiera preguntarle a Leocadio si conoció a Pepe Cruz en la Ermita, vivía muy cerca de "Miguel el Chumino" el que trabajaba de fraguero en el taller de la empresa, además del trabajo en su huerta recuerdo que criaba becerros para cebar.
Un saludo para todos. Antonio Felices.-
Esta bicicleta ya tenía muchos años y era muy antigua, ya que mi padre la tenía desde su juventud, no para pasearse sino para trasladarse a su trabajo, pero yo aprendí a montar en ella y le tenía gran cariño por lo que me dio bastante disgusto ya que no tenía arreglo alguno.
Yo sabía que en la Ermita vivía un señor llamado Pepe Cruz amigo de mi padre, el cual además de su trabajo en una huerta se dedicaba a vender bicicletas nuevas y usadas, por lo que ante la idea de regresar al pueblo con la bicicleta a cuestas, le dije a mi amigo Pablo que iríamos a casa de este señor y dejaríamos allí los restos de la bicicleta. Este señor nos atendió la mar de bien cuando le dije que era hijo de su amigo Juan Felices, además nos dijo que nos lleváramos una que tenía usada para la venta y que se lo comentara a mi padre por si le interesaba.
Bueno, el problema quedó más que resuelto ya que Pablo y yo continuamos el regreso al pueblo en la nueva bicicleta. Cuando le comenté a mi padre lo sucedido me contestó que con dos generaciones ya se había portado bien la vieja bicicleta. Después puesto de acuerdo con Pepe Cruz mi padre le compró esta última bicicleta por 500 pesetas, la tuve conmigo hasta el final de mi juventud y en ella no solo me subí yo, sino que muchos niños de Rodalquilar amigos míos, pues solíamos irnos al campo de fútbol y allí nos turnábamnos para practicar a conducirla sin manos.
Quisiera preguntarle a Leocadio si conoció a Pepe Cruz en la Ermita, vivía muy cerca de "Miguel el Chumino" el que trabajaba de fraguero en el taller de la empresa, además del trabajo en su huerta recuerdo que criaba becerros para cebar.
Un saludo para todos. Antonio Felices.-