Hola amigos y amigas de Rodalquilar: si nuestro pueblo tenía algún lugar donde los niños y jóvenes muchachos se reunían para pasar un rato de charla y al mismo tiempo hacer companía a este que escribe, ese lugar era la barbería de Antonio Lloris. Yo agradecía estos encuentros con los pequeños y con los de mi edad cuando había pocos clientes esperando para arreglarse el pelo ó para afeitarse; así, pasaba algunos ratos entretenido. Me acuerdo que, el Lloris, tenía una gran clientela por que era un buen peluquero. Si tubiera que nombrar a todos los clientes de los que recuerdo, estaría un buen rato escribiendo nombres. Recuerdo que un dia, de los muchos que me visitaba mi amigo Manuel, el carpinterillo de Las Negras, nos dió por hacer una quiniela y al tio, va y se le ocurre, poner en cada casilla un uno; osea, catorce unos. En aquellos tiempos, la quiniela era de catorce resultados. Recuerdo que, en el boleto pegaban un sello y que aquellos boletos traían la publicidad del dentrífico Profidén con el dibujo de un cepillo de dientes y que decía así: y después de las comidas, dos minutos profidén. Cuando nos enteramos de los resultados de los partidos, creo que hacertamos un trece, el carpinterillo de Las Negras, casi le dá algo. Resultado de toda esta historia: no cobramos ni un céntimo por que hubo muchísimos acertantes. Desde entonces, no he tenido mucha suerte ni con la quiniela, ni con la lotería. Y avosotros, ¿os tocó la lotería de Navidad?
Enhorabuena a los agraciados. Un abrazo de Manuel Méndez Compán.
Enhorabuena a los agraciados. Un abrazo de Manuel Méndez Compán.