-Mis saludos a todo el foro.
Referente a lo que nos dice Hermenegildo sobre el frío, no creo que sea el motivo de habernos relajado un poco estos últimos tiempos en el envío de nuestros relatos o comentarios a este foro. Yo pienso que esperamos a ver si alguien manda alguna historia que nos traiga los recuerdos suficientes para
poder continuar aportando más datos a ese tema. Yo personalmente es muy difícil que pase un día sin entrar en el foro para ver si algún componente inspirado nos trae algo nuevo.
Al mencionar Hermenegildo las "cocinillas" que teníamos en algunas casas, he recordado la que había en el patio de la mía, solíamos encender la lumbre con tomillos y hojas de palma secas, que tan abundantes eran por los alrededores de nuestro pueblo, y ya manteníamos el fuego con toda clase de leña, muchas veces traíamos palos y madera de la playa, de lo que solía arrojar el agua.
Pero además de estas lumbres que hacíamos en la casa, he recordado las grandes hogueras que hacíamos en la calle las noches del 16 de enero, víspera de San Antón. En la calle donde vivía en las Casas Nuevas, casi todos los años se hacía una de las hogueras más grandes, pues al ser la calle más ancha y más larga abarcaba más casas y éramos más los niños que colaborábamos con el material para hacer nuestro fuego. Recuerdo que cogíamos una cuerda y atábamos toda clase de ramas y leña que encontrábamos y arrastrando por el suelo la llevámos por la tarde hasta el lugar donde hacíamos el montón, el nuestro lo hacíamos en el centro de la esplanada que se formaba por bajo de las casas de Miguelico el guarda y Gabriel el del kiosco. Una vez que cenábamos que esa noche se adelantaba por el acontecimiento, prendíamos fuego a la leña y esperábamos ansiosos a que bajara la altura de las llamas para saltar sobre el fuego. Claro está que el calzado de más de uno le quedaba marcado a consecuencia de los saltos sobre las brasas, pero no importaba pues siempre nos poníamos el calzado más estropeado que teníamos.
Bueno, como veréis siempre hay algún tema de Rodalquilar que nos traiga recuerdos de la niñez.
Un abrazo a todos. Antonio Felices.-
Referente a lo que nos dice Hermenegildo sobre el frío, no creo que sea el motivo de habernos relajado un poco estos últimos tiempos en el envío de nuestros relatos o comentarios a este foro. Yo pienso que esperamos a ver si alguien manda alguna historia que nos traiga los recuerdos suficientes para
poder continuar aportando más datos a ese tema. Yo personalmente es muy difícil que pase un día sin entrar en el foro para ver si algún componente inspirado nos trae algo nuevo.
Al mencionar Hermenegildo las "cocinillas" que teníamos en algunas casas, he recordado la que había en el patio de la mía, solíamos encender la lumbre con tomillos y hojas de palma secas, que tan abundantes eran por los alrededores de nuestro pueblo, y ya manteníamos el fuego con toda clase de leña, muchas veces traíamos palos y madera de la playa, de lo que solía arrojar el agua.
Pero además de estas lumbres que hacíamos en la casa, he recordado las grandes hogueras que hacíamos en la calle las noches del 16 de enero, víspera de San Antón. En la calle donde vivía en las Casas Nuevas, casi todos los años se hacía una de las hogueras más grandes, pues al ser la calle más ancha y más larga abarcaba más casas y éramos más los niños que colaborábamos con el material para hacer nuestro fuego. Recuerdo que cogíamos una cuerda y atábamos toda clase de ramas y leña que encontrábamos y arrastrando por el suelo la llevámos por la tarde hasta el lugar donde hacíamos el montón, el nuestro lo hacíamos en el centro de la esplanada que se formaba por bajo de las casas de Miguelico el guarda y Gabriel el del kiosco. Una vez que cenábamos que esa noche se adelantaba por el acontecimiento, prendíamos fuego a la leña y esperábamos ansiosos a que bajara la altura de las llamas para saltar sobre el fuego. Claro está que el calzado de más de uno le quedaba marcado a consecuencia de los saltos sobre las brasas, pero no importaba pues siempre nos poníamos el calzado más estropeado que teníamos.
Bueno, como veréis siempre hay algún tema de Rodalquilar que nos traiga recuerdos de la niñez.
Un abrazo a todos. Antonio Felices.-