Manuel, como sé, lque te interesan estas anécdotas, paso a relatarte otra bastante curiosa.
No se si antes o después de los japoneses - chinos, estuvieron realizando practicas otro grupo de estudiantes libaneses. Estos jóvenes vestían habitualmente con pantalones cortos y no tenían otro tipo de ropa. Pues bien como querían asistir a misa y D. Felipe, que no consideraba adecuado su atuendo no los dejaba entrar, estuvieron pidiendo ropa prestada a nuestros paisanos. Al domingo siguiente aparecieron vestidos con sus pantalones y trajes prestados y con su peculiar forma de regresar después de comulgar (no le daban la espalda al altar, sino que volvían "andando hacia atrás"). A este grupo de estudiantes se le tomó mucho cariño en el Cinto y no querían que se marcharan; hay una leyenda urbana que dice que le pincharon las ruedas al autocar que los debía transportar a su nuevo destino.
Y nada mas, saludos a todos.
No se si antes o después de los japoneses - chinos, estuvieron realizando practicas otro grupo de estudiantes libaneses. Estos jóvenes vestían habitualmente con pantalones cortos y no tenían otro tipo de ropa. Pues bien como querían asistir a misa y D. Felipe, que no consideraba adecuado su atuendo no los dejaba entrar, estuvieron pidiendo ropa prestada a nuestros paisanos. Al domingo siguiente aparecieron vestidos con sus pantalones y trajes prestados y con su peculiar forma de regresar después de comulgar (no le daban la espalda al altar, sino que volvían "andando hacia atrás"). A este grupo de estudiantes se le tomó mucho cariño en el Cinto y no querían que se marcharan; hay una leyenda urbana que dice que le pincharon las ruedas al autocar que los debía transportar a su nuevo destino.
Y nada mas, saludos a todos.