Para mí, todos los que escriben en esta casa, son mis amig@s, bien porque ya lo éramos de niños o porque vivieron por su trabajo u otra razón allí. Dicho esto, tengo que dirigirme a Sole como…….
AMIGA Sole:
Al decir que vivías en (la cañada) supongo salvo que esté equivocado, que te refieres al cortijo que conocíamos como el de la tía Soledad situado en la cañada.
Hace mucho tiempo en uno de mis mensajes hablé sobre este cortijo al cual teniendo yo 6 ó 7 años que sería sobre el 58 ó 59, fui con mi madre al cortijo de la cañada o Soledad, quiero recordar que a mi madre se le quedó una gallina (clueca-llueca) y fuimos a ver si nos podía vender unos huevos para el nido, pues en casa no tenía bastantes. Da risa contar la anécdota, pero para mí, son bonitos recuerdos junto a mi madre. En el mensaje contaba, que en la puerta del cortijo había árboles y al lado izquierdo creo que era una higuera de la cual colgaba de una de sus ramas una especie de gran jaula hecha de esparto y en ella había gallinas o pollos, supongo que sería para no estar al alcance de las zorras. Quiero recordar que la mujer ya mayor con la que habló mi madre, sería la tía Soledad, vestida de negro y con el clásico pañuelo en la cabeza. Me pregunto si aquella mujer sería tu abuela?
El apellido Ortiz era muy común por aquellos parajes y muchas veces oído por mi, pero también me pregunto porque quiero recordar. ¿Había un niño en mi colegio con apellidos Ortiz Ortiz? Espero me saques de dudas, si algún hermano tuyo fuese compañero en mi clase por tener la misma edad, tengo 60.
Una pregunta tanto a ti como a los demás amigos. Detrás del cortijo la cañada, a cierta distancia entre los bancales que había separados por hileras de pencas había una obra circular y de unos metros de altura hecha de piedra, creo que sin cemento ni nada por el estilo para pegar las piedras entre sí, sino piedra sobre piedra; nunca pregunté a nadie que era aquello con lo cual sigo sin saberlo. Hoy en día siendo ya mayor pienso que quizás en su día aquello fue una noria. Espero que entre tod@s me podáis dar una respuesta y así poder conocer algo que para mí es un enigma en mis recuerdos de mi querido RODALQUILAR.
Amiga Sole
Saludos cordiales
Ramón
PD. Cuando vallas a las Hortichuelas, dale un abrazo a Andrés Solas de parte de Ramón hijo de Apolinar.
AMIGA Sole:
Al decir que vivías en (la cañada) supongo salvo que esté equivocado, que te refieres al cortijo que conocíamos como el de la tía Soledad situado en la cañada.
Hace mucho tiempo en uno de mis mensajes hablé sobre este cortijo al cual teniendo yo 6 ó 7 años que sería sobre el 58 ó 59, fui con mi madre al cortijo de la cañada o Soledad, quiero recordar que a mi madre se le quedó una gallina (clueca-llueca) y fuimos a ver si nos podía vender unos huevos para el nido, pues en casa no tenía bastantes. Da risa contar la anécdota, pero para mí, son bonitos recuerdos junto a mi madre. En el mensaje contaba, que en la puerta del cortijo había árboles y al lado izquierdo creo que era una higuera de la cual colgaba de una de sus ramas una especie de gran jaula hecha de esparto y en ella había gallinas o pollos, supongo que sería para no estar al alcance de las zorras. Quiero recordar que la mujer ya mayor con la que habló mi madre, sería la tía Soledad, vestida de negro y con el clásico pañuelo en la cabeza. Me pregunto si aquella mujer sería tu abuela?
El apellido Ortiz era muy común por aquellos parajes y muchas veces oído por mi, pero también me pregunto porque quiero recordar. ¿Había un niño en mi colegio con apellidos Ortiz Ortiz? Espero me saques de dudas, si algún hermano tuyo fuese compañero en mi clase por tener la misma edad, tengo 60.
Una pregunta tanto a ti como a los demás amigos. Detrás del cortijo la cañada, a cierta distancia entre los bancales que había separados por hileras de pencas había una obra circular y de unos metros de altura hecha de piedra, creo que sin cemento ni nada por el estilo para pegar las piedras entre sí, sino piedra sobre piedra; nunca pregunté a nadie que era aquello con lo cual sigo sin saberlo. Hoy en día siendo ya mayor pienso que quizás en su día aquello fue una noria. Espero que entre tod@s me podáis dar una respuesta y así poder conocer algo que para mí es un enigma en mis recuerdos de mi querido RODALQUILAR.
Amiga Sole
Saludos cordiales
Ramón
PD. Cuando vallas a las Hortichuelas, dale un abrazo a Andrés Solas de parte de Ramón hijo de Apolinar.
Hola Ramón. Gracias por tu amistad. Cuando tenga más tiempo leeré tus mensajes.
Mira, los Gorriones eran de la familia de mi madre, y la cañada de mi padre. De la fecha que me hablas yo ya vivía en las Hortichuelas. De lo que dices de la jaula, no lo recuerdo y de lo que iba todo de negro sí que lo recuerdo, se había quedado viuda muy joven, y tenía que respetar a su marido toda su vida o era una mala mujer. Te diré que el cortijo estaba justamente al lado del camino que la guardia civil hacía las rondas a piedra negra. Había un gran almendro en el camino que paraban a hacer el cigarrito. Había la casa de mi abuela y tres más, que las tenía alquiladas a las familias de la guardia civil. Justo delante de la casa estaba la era y la noria y al final de las casas una balsa, y después las pencas de las que hablas y la obra circular de piedras, eso lo hacían los cazadores para la caza de la perdiz.
De lo que dices del niño en tu clase estoy totalmente segura de que no era ninguno de mis hermanos, por que son mucho más mayores que tu.
Ninguna buena historia se gasta por muchas veces que se cuente. La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
Un saludo a todos y en especial a Ramón,
Sole.
Mira, los Gorriones eran de la familia de mi madre, y la cañada de mi padre. De la fecha que me hablas yo ya vivía en las Hortichuelas. De lo que dices de la jaula, no lo recuerdo y de lo que iba todo de negro sí que lo recuerdo, se había quedado viuda muy joven, y tenía que respetar a su marido toda su vida o era una mala mujer. Te diré que el cortijo estaba justamente al lado del camino que la guardia civil hacía las rondas a piedra negra. Había un gran almendro en el camino que paraban a hacer el cigarrito. Había la casa de mi abuela y tres más, que las tenía alquiladas a las familias de la guardia civil. Justo delante de la casa estaba la era y la noria y al final de las casas una balsa, y después las pencas de las que hablas y la obra circular de piedras, eso lo hacían los cazadores para la caza de la perdiz.
De lo que dices del niño en tu clase estoy totalmente segura de que no era ninguno de mis hermanos, por que son mucho más mayores que tu.
Ninguna buena historia se gasta por muchas veces que se cuente. La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
Un saludo a todos y en especial a Ramón,
Sole.