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RODALQUILAR: Después de pensármelo muchas veces si escribir o no,...

Después de pensármelo muchas veces si escribir o no, mí corazón me dice que lo haga, que cuente la cruda y triste realidad de lo vivido por nuestros padres en nuestro PARAISO vistos ahora en la lejanía a mis cincuenta y siete años. Ruego el perdón a los familiares de las personas a las que nombro que ya no están entre nosotros, lo hago para que nunca olvidemos lo que hicieron por nosotros (sus hijos).
En los años cuarenta y cincuenta y en los sesenta menos, aun había miseria y estos valientes mineros se metían en las entrañas de la montaña con pico y pala para sacar, no oro, sino la comida de sus hijos, en los primeros años ni sabían que hera la silicosis y morían asfixiados sin saber ¿por qué? cuando se conoció la enfermedad, sin saberlo como el caso de Dª Marlene hija de Matías Freniche Ruiz ya estaban tocados por la muerte, en muy pocos años fueron muchos; el Llamas, Arturo, Agüero, Salinas, Juan López etc.
A estos los ví en su lecho de muerte cuando teniendo siete u ocho años acompañaba a mi padre a visitar al compañero caído, cuando fallecía, el pueblo entero lloraba pues hera como un familiar, el ataúd hera subido a la caja del mismo camión que transportaba a la tolva el mineral, que el mismo meses antes había arrancado de la mina, todos los compañeros que podían subían a la caja del camión para acompañarle a su última morada, el cementerio de Fernán Pérez. ¿Y morir así por que? Simplemente daban su vida para que su familia no pasase hambre. La ayuda que le quedaba a la viuda hera una mísera paga y si vivía en las casas nuevas hera echada de ella, la empresa ya no obtenía beneficios por lo tanto! A la calle ¡
Cuando cerraron las minas hubo indemnizaciones de hasta cien mil Pts a los que no tenían el primer grado de silicosis, mas tarde les saldría pero ya habían cobrado por su vida; otros como mi padre con el 2º grado veinte mil y una pequeña paga porque según los “eminentes” médicos podía seguir trabajando, un hombre que subía a un primer piso y se asfixiaba, hoy esto no pasaría, en aquella triste, obscura y dura época el valor de una vida no tenía ningún precio.
Y de accidentes mortales ¿que decir? El último que recuerdo y seguro que también algunos de vds. dos muchachos en la flor de la vida uno creo que de San Diego o del Fraile dieciocho años el otro de las Hortichuelas veinticinco años casado y con una hija recién nacida; habían terminado de trabajar y se quedaron rezagados dentro de la mina para guardar las linternas, los compañeros esperaban encima del camión y viendo que no salían bajaron dos para llamarlos vieron en el suelo un agujero del cual salían lamentos, cuando los sacaron el joven había fallecido el otro murió pocas horas después desangrado, su desgracia fue pasar por encima de una plancha de madera medio podrida, con el peso de los dos cedió y bajaron pozo abajo.
Perdonad si he sido crudo en algunos pasajes pero es la pura realidad de lo que vivieron nuestros queridos padres, aunque para nosotros por la inocencia de nuestra edad no nos dábamos cuenta, pero que gracias a ellos tuvimos una infancia tan bonita.
En honor y recuerdo a todos los mineros de RODALQUILAR.
Ramón hijo de APOLINAR.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En honor y recuerdo a todos los mineros de RODALQUILAR:
DEDICATORIA
"A ti, Minero infatigable, a ti, que penetraste en los abismos de la oscuridad; que desafiaste los colgantes tajos que se cernían sobre tu cabeza; que rodaste por profundidades de muerte; y recorriste por túneles de asfixia y exterminio, solo por arrancar a las entrañas de la tierra los ansiados
metales que convertías en pan para los tuyos
Porque las masas terráqueas te fueron ingratas; porque
te engañaron míseros filones que ... (ver texto completo)