RODALQUILAR: Hola Sole: ...

Hola amig@s:
Como no acordarme de éstos días de Pascua? También vosotr@s tendréis vuestros recuerdos de estas fiestas con la familia.
Ya en el día de la Palma o Domingo de Ramos, era por costumbre que los chicos jóvenes, dejasen por la noche en el portal o puerta de la casa de la chica que le gustaba, una rama de olivo o una hoja de palmera, ésta al verla por la mañana al abrir la puerta, se ponía muy contenta porque se imaginaba quien se la había dejado, aunque en alguna ocasión el enamorado no era quien ella creía.
En gastronomía, estos días el rey era el bacalao, potaje de bacalao con garbanzos, con judías, con habas, con acelgas, en fin, “el bacalao” da para muchas cosas incluso para chuparnos los dedos con aquellos buñuelos que nos hacían aquellas primorosas manos de nuestras madres.
Postre, ¿cómo no? Aquel dulce arroz con leche, polvoreado con canela molida.
Hoy Domingo de Resurrección estoy un poco cansado, seguramente por haber estado toda la mañana “liao” con las “latas”, por lo tanto dejo de escribir y espero que alguien conteste, explicando lo de las latas, porque, naturalmente se lo que es, pero quiero tener el placer de “escucharlo” a otra persona, ¿Cómo y porqué lo hacíamos? Y a la vez, saber que tenemos buena memoria de nuestra niñez.
Un abrazo

Hola Ramón
Me alegro que te vayas recuperando de tu enfermedad, no recuerdo nada de la lata, pero si, de la rama de olivo, yo era pequeña, pero a mi hermana se la ponían, parece hayamos vivido en la misma casa porque todo lo que cuentas me es muy familiar. Lo de la rama en la puerta tengo que decir que si la chica era guapa le ponían el ramo de almendro o de olivo, pero si era fea
le colocaban una rasca vieja o papurullo.

Ramón te mando un saludo, y recuerda que el mes de agosto esta a la vuelta de la esquina.

Hola Sole:
También yo era pequeño y recuerdo lo contenta que se ponía mi hermana al ver aquella rama en el portal, junto a mi madre, se preguntaban si se lo habría dejado “tal” muchacho que era el que la “pretendía”, por regla general todas las muchachas acertaban su propia pregunta.
Correcto todo respecto a si era fea, gracias por recordarme el nombre muy del lugar (papurullo) pues ya ni me acordaba y ¡como ardían! las rasca viejas o papurullos.
En aquellos años, las vidas de nuestras familias fueron tan paralelas en todos los aspectos, que realmente parece que hubiésemos vivido todos en la misma casa.
Un cordial saludo.
Ramón