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RODALQUILAR: Hola Sole. Que maravilla leer tus escritos y la descripcion...

Recuerdos de ayer, pensamientos de hoy
He sido invitada a participar en este evento. ¿Por qué yo en este Parque?
Nacida y criada en Castilla y León (Valladolid 0–4 años, Burgos 4–11, Madrid 11–26), he vivi-
do y desarrollado mi vida profesional y familiar en Almería de los 26 a los 85 años, y sigo.
En Diciembre de 1.954 mi hogar estuvo radicado en Rodalquilar hasta 1.964 y continué, año
tras año, pasando en Rodalquilar los fines de semana y las vacaciones. En Rodalquilar tengo
domicilio propio y es el que mis hijos y nietos desplegados por otras tierras escogen como
lugar preferente de encuentro. Aquí tienen los inolvidables recuerdos de la infancia, los amigos
de correrías: buscando nidos, cogiendo «collo», trayendo fósiles, pescando, nadando, trepando
y elaborando en la experiencia del lugar, la familia y la escuela los esquemas básicos de su vida.
Probablemente, el que se me haya solicitado participar en este aniversario se debe más a mi
vida y actividad en Rodalquilar en aquellos años que recuerdan y vivencian algunos de los que
han vivido y trabajado desde el inicio en el Parque hasta hoy. Es por esto por lo que el centro
de este escrito es Rodalquilar, que es también «corazón» del Parque y del que tengo más expe-
riencia e información. Es visión desde la orilla pero con pasión.
Reflexiones desde unos treinta años atrás de la creación del Parque
¿Qué era Rodalquilar en la mitad del siglo xx?
En continente: como hoy, un singular y hermoso valle volcánico, con ventanas al mar entre las
colinas, con un color verde singular que dura poco y amarillento que dura mucho más, unos
aromas tras alguna llovizna que proporcionan un placer intenso y con un cielo estrellado níti-
do, maravilloso, no difuminado, entonces, por un alumbrado más que deficiente. Y sabiendo
mirar, la riqueza y singularidad de una amplia flora con pobre vegetación y una fauna que tam­
bién es singular porque el clima exigía y exige una adaptación en la lucha por la vida y esto le
añade el valor de la exclusividad en algunas plantas y animales.
En el contenido: un poblado viejo y uno nuevo, que podían abarcarse mirando desde el altozano
de la vereda de La Isleta o desde la «Casa de Visitas» hacia El Playazo. En él algunas viviendas,
las casas viejas, que formaban la calle Santa Bárbara: casas de una planta y con forma de tubo,
al frente una puerta y quizás un ventanuco, por dentro un pasillo largo que se ensanchaba en
alcobas con cortinas de jarapa o similar y un patio al fondo. Casas sin instalación de agua ni
aseos. Ese conjunto en hilera se conocía como «el tren». La parte nueva incluía los edificios de
servicios de la Empresa ADARO, —que lo era todo en el pueblo—: oficina, talleres, economato,
panadería, almacenes, comedor minero etc. y otras casas, las de la empresa, en escala f ísica y
social de arriba abajo, desde las de los ingenieros, capataces de minas y oficinistas a las viviendas
para uso de mineros que se adjudicaban con preferencia a las familias más numerosas; casas
blanquísimas con aseo, con luz, con agua, lavadero, patio a diferencia de aquellas del «tren». Y,
destacando, la Iglesia, grande, nueva, bien cuidada y, muy cerca, farmacia y consultorio.
293 ¿Vida social? Peculiar. No era un pueblo con solera y tradiciones como otros hoy también en­
glo­
bados en el Parque Natural: El Pozo de los Frailes, S. José, Las Hortichuelas, Las Negras, Los
Albaricoques... o la capital del municipio, Níjar. Pero Rodalquilar era, sin duda, el mejor dotado
de servicios y el de más alta economía.
¿Vida cultural? Partiendo de que el analfabetismo total o funcional era dominante en los
adultos hacia 1.950, el impulso personal de los directores de la Empresa promocionó la esco-
larización, con éxito, pues además de la Enseñanza Primaria se pusieron los medios para que
muchos niños cuyos padres, algunos, apenas sabían firmar, accedieran con becas, a la Enseñan-
za Media y algunos, después, hicieran carreras medias y superiores. Casi todos, cuando cerró
la empresa, se situaron bien laboralmente; en este campo el salto fue cuantitativo y cualitativo,
había escuela para todos los niños y todos superaron por encima de la media provincial la
Enseñanza Primaria. Las becas para Enseñanza Media se concedían con examen previo en la
capital y los aspirantes de Rodalquilar destacaron en la provincia.
También se afrontó la alfabetización de los mayores, la formación específica profesional de
algunos adolescentes y jóvenes y actividades culturales para todos: conferencias, cine, algún
concierto, ¡Ah! Y también fútbol, que apasionaba.
A lo que yo sé fue una etapa pujante y Rodalquilar era un referente comarcal y hasta provincial
en lo económico, lo educativo y lo cultural.
Pero esta pujanza no duró hasta la creación del Parque. ¿Qué fue de todo ello? Por los años 65–
70 cerró la empresa y fueron desapareciendo familias hacia otros lugares de trabajo: Almería,
Madrid, Barcelona, Navarra... y el populoso Rodalquilar se quedó sin niños, y sin escuelas, y sin
jóvenes, con un puñado de familias. Se deterioraron paulatinamente las casas, los caminos, la
Iglesia, casi todos los edificios de servicios y Rodalquilar pasó de ser un referente a ser casi un
lugarejo que mostraba en sus paredes rojizas, que empezaron a tener hierbajos en sus grietas,
que tuvo un pasado brillante.
Visión personal, desde la orilla, del nacimiento y gestión del Parque
Y... pasaron años y el desarrollo más allá de los Pirineos y también en España hizo de lo que
hoy es nuestro Parque un lugar turístico del consabido «Sol y Playa» para empezar y, más
tarde, con ofertas de más alta calidad y ciertamente vinculadas ya a la gestación del Parque
Natural Cabo de Gata-Níjar.
Apoyado en un paisaje más admirado por los de fuera que por los mismos habitantes del lugar,
fue tierra de cine, de campañas publicitarias, algunos fotógrafos y pintores lo eligieron para su
obra, y casi todos los años se realizaba alguna actividad de campo de la Universidad de Granada
para recoger muestras de la riquísima flora en la no exuberante vegetación o minerales y fósiles
o estudiando ramblas y suelos.
Y se inició el turismo, sobre todo, porque comenzó a sonar la expresión «Parque Natural» y por-
que el acceso por carreteras lo facilitó. La gente se acercaba para conocer las huellas del pasado:
294geológicas e históricas, para disfrutar de sus acantilados y playas, para conocer cómo se vivía y
los libros de «Colombine», el famoso «Campos de Níjar» de Goytisolo y otros se reeditaron y
fueron leídos, se expusieron fotografías y maquetas etc. que llamaron a gentes de fuera, alemanes
y franceses y españoles.
Yo no estuve más que de oyente en los inicios legales y burocráticos, recogiendo los rumo-
res de «la Empresa ha vendido su territorio a la Consejería de Medio Ambiente»... «van a
encauzar la rambla»... «dicen que van a hacer un botánico», «un vivero», «que van a tender
el teléfono para el pueblo... y...».
Y con el Parque las mejoras evidentes, ya aludidas, que en muchos casos y no sé el porqué,
fueron hechas y luego deshechas y rehechas, con un coste quizás desmesurado. Hay que contar
en el haber del Parque muchas cosas en mi opinión importantes. La rehabilitación de torres,
castillos, aljibes, norias, tapias, etc. los puntos de información, la mejora en los de disfrute del
paisaje como los miradores, las rutas de visitas marítimas y terrestres, los jardines botánicos,
vivero, zonas de campismo, de buceo, centros de exposiciones, a destacar la «Casa de los
volcanes» y otros.
Pero en Rodalquilar y en otros espacios del Parque nuevas urbanizaciones que sólo desde lejos,
pero de muy muy lejos, se perciben como acordes al entorno natural. ¿Por qué o por quién y
para quién se autorizaron las edificaciones de dos plantas, que según como se miren son de
tres o de cuatro, sin la singularidad requerida? ¿No se pudo orientar en su amplia extensión un
tipo de construcción singular en vez de parecer que estamos en cualquier lugar de cualquier
masificada costa? Pudieron ser distintos y más bellos sin duda Cabo de Gata, S. José, Rodalqui-
lar, Agua Amarga, etc., etc. ¿Encajan con el paisaje y con el Parque la desmedida y desacertada
extensión de S. José, la colina coronada de adosados de la loma que recogía el encantador
poblado de La Isleta del Moro, y así otros? Nos pillo con su pillaje el boom de la construcción
y sus secuelas: pérdida de la belleza de un paisaje natural en un Parque Natural que veo muy
dif ícil o imposible de recobrar y debió conservarse para ésta y otras generaciones.
Sugerencias a considerar del presente hacia delante
Continuar mejorando lo que hay que es bastante y hacerlo conocer mejor. Podrían incluirse en
las rutas conferencias y/o charlas de información porque cuando se ve algo sin previo conoci-
miento se puede admirar, pero si se ha estudiado previamente se ve más y si se añade un buen
guía muchísimo más. Quiero decir que la parte cultural admite muchos progresos para conse-
guir, como en las obras de arte de un museo, un mejor saber ver. Ver la configuración y génesis
del terreno, los elementos que lo componen, la diversidad de los organismos que lo pueblan, la
intervención humana a lo largo del tiempo, y divulgar textos de quienes han sabido mirar con
otros ojos cuanto hay en él.
Y tampoco olvidar el cielo. Desconozco si al respecto hay ya alguna iniciativa. ¡Cuánto mejo-
raría el Parque si cuando hubiere que renovar o extender la iluminación se pensase en farolas
que alumbren a las personas, que para eso son, pero no hacia arriba o muy altas para así com-
pletar la visión del mismo con la de su cubierta de luminarias de la Creación!.

Hola Sole. Que maravilla leer tus escritos y la descripcion que haces de Rodalquilar. Con frecuencia acudo al foro para completar la imagen que tengo del Paraiso. Mis padres vivieron alli hasta 1949. Esa vida dura, de guerra y pos guerra me fue trasmitida por ellos. Pero tambien su niñez, su adolescencia y su juventud en el lugar. Marcharon con sus pequeñas a la Argentina, paìs prometedor, sin olvidarse del pueblo.
A traves del intercambio epistolar con la familia, fueron descubriendo el progreso del pueblo, pero tambien la tristeza del cierre de las minas.. El exodo a Barcelona, ciudad pujante, Valencia y màs aun a otros paises como Alemania, Argentina, acrecentaron el amor por la tierra que los vio nacer.
Historias del siglo pasado fueron creciendo en mi. Una parte de aquellos lugares no se fueron de mi corazon. Nombres, acontecimientos, retazos de relatos, fueron agigantandose en mi interior. De pequeña era capaz de recordar nombres de amigos de mis padres. Tios y primos dibujados en un arbol genealogico, de cuyas ramas nacìan los primos segundos, todo se convertia en una maravillosa red.
La primera vez que fui al pueblo y me presentaban amigos de mis padres, guardaba para mi todo lo que sabia de ellos.
Esa no era mi historia, era la de ellos. Yo nacì en otro lugar maravilloso y es donde tengo mis afectos, mis vivencias, pero se que algo muy fuerte corre por mis venas. Si bien no dejarìa a mi Mar del Plata, se que en cierta forma Rodalquilar, Almeria estan muy dentro mio.
Nuevamente gracias Sole por tu relato.
Pido disculpas, por las faltas de tilde que no las marca mi ordenador.

Carmen.