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RODALQUILAR: Llegué a conocer a algunos guardias civiles jóvenes,...

Hay datos que pasan desapercibidos, como éste que sólo lo recuerdan los que vivieron en el Pueblo en esas fechas, aunque desgraciadamente algunos han fallecidos y como este evento no es de mucha relevancia, sí tiene interés porque ayudó al personal que se quedó a vivir en Rodalquilar, después del cierre de la mina por la Empresa Adaro y a continuación comienzo la narración, para aquellos que se dignen leerlas.
En el mes de Junio del 67, hubo una reestructuración de los Puestos de la Guardia Civil de la Costa y el de Rodalquilar fué escogido como Puesto Piloto, en él se concentraron Las Negras que ya habia unido al de San Pedro, Escullos, Loma Pelada y el de la Cabecera.
Como consecuencia de esta concentración, el Pueblo tomó vida de nuevo, pués no en vano, locales que no tenian vida comenzaron a tenerlos, como por ejemplo el Bar Ramón, el Bar de Pepe El Pintao o la drogeria del Alcalde Pedáneo y todo ello por el aumento de la población, ya que se concentraron cincuenta y un Guardias Civiles con sus respectivas familias, de los había un Subteniente, un Sargento, cinco Cabos, un escribiente (Baldomero), dos radiotelegrafistas (Ramón Ortiz y Arévalo), un conductor (Benítez) y el resto personal recien salido de las Academias del Cuerpo.
Como éramos recien salidos de la Academia, la población civil nos enseñó bastantes cosas, que a través del tiempo nos ha valido para poder desempeñar nuestras funciones, como por ejemplo a que perfectamente se puede convivir con todas las personas sin rechazos y prueba de ello es que algunos de nosotros se casaron con muchachas de la zona, cuyos nombres omito porque no tengo su permiso para ponerlos, aunque Uds. ya los conocen.
Como comprenderan casi todos quedamos prendados de esas tierras y digo casi todos, porque a través del tiempo he contactado con algunos y no con todos los allí destinados y con los que he hablado al recordar el tiempo vivido en Rodalquilar, sus comentarios son todos muy positivos, empezando por mí que cada año tengo que ir un día por lo menos, para recordar viejos tiempos y recrear la vista por esos bellos parages que cautivan a cualquiera que los vea y así seguiré haciéndolo hasta que pueda.
Creo que a unos les gustará estos datos y a otros no, por lo que, tanto a unos como a otros, quiero agradecer la gentileza que han tenido de leerlos y ver que el cierre de la Mina no doblegó a la población y se paró el éxodo de personas a otros lugares.
Esperando que esta redacción sirva para algo, deseo un respetuoso saludo a todo El Foro.
Pd. Se me ha olvidado de mentar a una persona que nos lavaba la ropa a los solteros y limpiaba el Cuartel y no es otra que María la de los huevos (Q. E. P. D.), que también tuvo su importancia en esa época.

Llegué a conocer a algunos guardias civiles jóvenes, antes del 66 y más tarde en el 70 y siguientes.
José Borja, por las fechas que das, creo que estuviste en nuestro valle, en los cuatro años de mi ausencia, por lo tanto no creo que nos llegásemos a conocer, pero………. Visto, que al igual que a mí te gusta la pesca, me haces recordar a un joven guardia que muchas tardes veía salir del cuartel con su bicicleta y su caña de pescar atada al cuadro de la bicicleta y coger el camino que le llevaría al Playazo y disfrutar de su afición, bien por debajo del castillo, en los caletones, o en la puntica Romero. ¡Qué tiempos aquellos!
Hablas de tu compañero Arévalo al cual, llegué a conocer a mediados de los 80, ya estaba jubilado y tenía casa propia un poco más abajo de donde vivía aquella buena persona y gran trabajadora María Torres (la de los huevos) era un buen hombre, estuve en tratos con él para comprarle la casa, porque decía que se marchaba a su tierra Valencia con sus hermanas porque se preguntaba, que el soltero ¿Qué hacía allí? Al final los tratos quedaron en “agua de borraja”. Cada tarde metía en su coche a los chiquillos del Robles y de otros vecinos y los llevaba al Playazo a bañarse, una tarde fui con mi mujer y mis hijos y pude comprobar por qué la confianza de aquellas familias al dejarle a los críos para que se bañasen; llegó el hombre y les dijo que se quedasen fuera del agua, se metió el y estuvo unos minutos bañándose, salió del agua se sentó en la orilla y les dijo: ya os podéis bañar! No les quitaba la vista de encima.
Seguro que llegaste, si no a conocer, si a ver a una persona muy conocida por mí por ser hermano de un tío político mío, se trata de Manuel Méndez Q. E. D. cuando tu estuviste él ya estaba jubilado de la guardia civil, vivía en Los Méndez, recuerdo que tenía por costumbre pasarse las horas mirando el paisaje, apoyado sobre los brazos en la puerta de su casa, puerta que estaba dividida en dos partes y el habría la parte de arriba y se apoyaba en la parte de abajo: cuantas! veces llegaste a pasar por la puerta de esa casa cuando tenías servicio en esa playa de la que sé que tienes muy buenos recuerdos, El Playazo.
Perdón por haberme extendido, pero estoy seguro que mi mensaje te traerá buenos recuerdos de ese valle y de las personas que en el´conociste
Ramón (Apolinar)