Gracias a este foro y en particular a las indagaciones de una de sus participantes, mi buena amiga María Sánchez Alonso, he visto cumplido mi deseo.
No hace mucho tiempo, pedía si alguien sabía algo de aquel niño con el que compartí mi niñez y del que no sabía nada de él desde el año 66. Pepe, el hijo del “tres perrillas”.
Gracias María. Ayer pude hablar con él y fue una gran alegría mutua. Cuando descolgó el teléfono y oí el clásico, ¿dígame? Le pregunté, ¿tú te acuerdas de un perro llamado Alerta?, segundos de silencio….. y, sí, era el perro de mis vecinos de Rodalquilar con el que todos los niños jugábamos y que un día salió por la puerta del patio de Josefa la de Adolfo, con medio jamón en la boca. Y tú, ¿Quién eres? me preguntó,- yo era el dueño de aquel perro y uña y carne contigo. Sentí un grito, ¡RAMÓOOOOOOON! que alegría; de fondo sentí a su hija preguntar, ¿papá quien es?, noté como le temblaba la voz al darle mi nombre. Después de una hora hablando durante la cual nos contemos nuestras vidas, se puso al teléfono su hija Sandra para darme su correo electrónico, y me comentó,- Ramón, a aquel niño hijo de Apolinar, le conozco perfectamente. Sandra tiene 18 añitos.
Estos últimos días estoy con la moral un poco baja, como sabéis la mayoría de vosotros, el día 3 de Diciembre me operan del corazón y a pesar de tener todo el apoyo de mi familia y amigos, siempre hay momentos inevitables, que la cabeza “da vueltas”, pero gracias a mi amiga María, el día de ayer y el de hoy casi he tenido el asunto en el olvido recordando a mi amigo Pepe y sabiendo que están bien tod@s sus herman@s.
Un beso y un fuerte abrazo a tod@s.
No hace mucho tiempo, pedía si alguien sabía algo de aquel niño con el que compartí mi niñez y del que no sabía nada de él desde el año 66. Pepe, el hijo del “tres perrillas”.
Gracias María. Ayer pude hablar con él y fue una gran alegría mutua. Cuando descolgó el teléfono y oí el clásico, ¿dígame? Le pregunté, ¿tú te acuerdas de un perro llamado Alerta?, segundos de silencio….. y, sí, era el perro de mis vecinos de Rodalquilar con el que todos los niños jugábamos y que un día salió por la puerta del patio de Josefa la de Adolfo, con medio jamón en la boca. Y tú, ¿Quién eres? me preguntó,- yo era el dueño de aquel perro y uña y carne contigo. Sentí un grito, ¡RAMÓOOOOOOON! que alegría; de fondo sentí a su hija preguntar, ¿papá quien es?, noté como le temblaba la voz al darle mi nombre. Después de una hora hablando durante la cual nos contemos nuestras vidas, se puso al teléfono su hija Sandra para darme su correo electrónico, y me comentó,- Ramón, a aquel niño hijo de Apolinar, le conozco perfectamente. Sandra tiene 18 añitos.
Estos últimos días estoy con la moral un poco baja, como sabéis la mayoría de vosotros, el día 3 de Diciembre me operan del corazón y a pesar de tener todo el apoyo de mi familia y amigos, siempre hay momentos inevitables, que la cabeza “da vueltas”, pero gracias a mi amiga María, el día de ayer y el de hoy casi he tenido el asunto en el olvido recordando a mi amigo Pepe y sabiendo que están bien tod@s sus herman@s.
Un beso y un fuerte abrazo a tod@s.
