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RODALQUILAR: Querido Ramón:...

Querido Ramón:
Cuando éramos pequeños no veíamos los límites de la vida; los abuelos estaban allá lejos y apreciábamos su bondad y su tranquilo discurrir. Ahora, que ya lo somos, nos damos cuenta del valor de cada minuto, entendemos a nuestros mayores y exprimimos el tiempo -con delicia, si cabe- con nietos, hijos, familia y amigos.
La maquinaria no dura siempre y van apareciendo, poco a poco, los problemas; sin embargo, la mente funciona de forma correcta, bien engrasada y apreciando lo que tiene valor en esta corta vida nuestra.
A tí, días atrás, la Naturaleza te puso a prueba. Espero tu pronto restablecimiento. Sé que vas a estar controlado y muy visitado por médicos pero ¿no es un regalo diario ver a tu Martí y a cualquiera de tus hijos, nueras o yerno? ¿No es un regalo ver una sonrisa o un “te quiero” de María Luisa?
No debemos pensar en lo que podíamos haber hecho o dejado de hacer…Simplemente hacemos lo que decía Chaplin: “…somos actores de un obra de teatro que no tiene guión”
Por eso te deseo, el día 13, una fiesta grande con los tuyos y, aunque sea lunes, Julia y yo abriremos una botellita de vino bueno para brindar por tu salud y tu felicidad
Un abrazo.
Felicidades de parte de Julia y mia

Manolo