Buenas tardes, intentando recordar cada momento vivido en nuestro querido pueblo lo cual es imposible, me viene a la memoria una persona de la cual hasta ahora nadie lo había recordado, se trata de Manuel Berenguer que vivía a la espalda de los garajes mirando hacia el cuartel, quiero recordar que trabajaba en las oficinas pero era muy buen maestro y mejor persona, nunca presencié dar el mas mínimo castigo físico a un niño a diferencia de otro que tenía una vara que no se si la bautizó Don Felipe pero la llamaba (cariñosa) y nos atizaba en manos y pantorrillas hasta dejárnoslas hinchadas; en el curso escolar 60-61 Don Manuel vino a suplir a Don Robustiano pues éste tuvo que marchar a Lérida a hacer el servicio militar, y en el colegio que había delante de las casas de Lozano y de Juan Román recuerdo que una mañana nos preguntó si sabíamos ¿quien era Yuri Gagarin? nadie lo sabía, entonces nos explicó que era un cosmonauta ruso al cual el día anterior lo habían lanzado al espacio, su forma tan sencilla de explicar las cosas era una gran ayuda para los alumnos, repito un gran maestro no se si algunos os acordáis de el.
Había otro hombre que vivía por debajo de los colegios del economato que se cuidaba de aquella huerta y que fue el primer dueño del famoso burro de Tomás su apodo era “el sevillano” vestido con sus pantalones de pana, su faja negra y en pleno invierno en camisa y remangado por encima de los codos, siempre con su cachimba en la boca, que yo recuerde era el único pelirrojo que había en el pueblo, entonces tendría unos 65-70 años; seguro que os acordáis de el, personaje muy querido por todo el pueblo; quizás alguno se acuerde del famoso Ortega que vivía en una cueva en la rambla a la altura de donde vivía Andrés Casas y donde estaba la barbería de Antonio Yoris. Hay tanto y tanto que recordar….
Un abrazo
Había otro hombre que vivía por debajo de los colegios del economato que se cuidaba de aquella huerta y que fue el primer dueño del famoso burro de Tomás su apodo era “el sevillano” vestido con sus pantalones de pana, su faja negra y en pleno invierno en camisa y remangado por encima de los codos, siempre con su cachimba en la boca, que yo recuerde era el único pelirrojo que había en el pueblo, entonces tendría unos 65-70 años; seguro que os acordáis de el, personaje muy querido por todo el pueblo; quizás alguno se acuerde del famoso Ortega que vivía en una cueva en la rambla a la altura de donde vivía Andrés Casas y donde estaba la barbería de Antonio Yoris. Hay tanto y tanto que recordar….
Un abrazo
