Leocadio lleva vd. mas razón que un santo en todo lo que escribe, sus intenciones de tratar de reunir en el foro el mayor número de “niños” de nuestro PARAÍSO es digno de mi mayor agradecimiento; en realidad me encuentro igual que vd. bastante decepcionado, creí que muchos de estos compañeros de infancia sentirían la misma alegría que yo sentí cuando escribieron mis amigos de niñez como María, Otón, Joaquín, Matías, alegría que fue recíproca, pero yo esperaba que otros que nos leen compartieran con todos nosotros esta alegría que sienten al leernos; comprendo que debido a nuestra edad por unas razones u otras, no tener ordenador, darle corte, no expresarse perfectamente, o no escribir correctamente, esto no es impedimento pues no estamos en un examen y nadie se va a reír, pues no todos tuvimos las mismas oportunidades en aquellos tiempos; yo soy el primero en equivocarme si con H o sin, si con V o con B pero a mi edad lo tengo todo vendido y se que ante mis faltas ortográficas o errores al expresarme nadie de este, nuestro foro se ríe; solo deseo que estos amigos escriban a su manera sus recuerdos y a la vez nos ayuden a recordar lo que los demás hemos olvidado.
Por cierto ay algo que no recuerdo, que si me lo explicaron nuestros mayores no me acuerdo, mirando al Tesorillo a la izquierda en la montaña, recuerdo que había una rampa hecha de piedra y yeso mezclado con no se que, de un metro de altura y dos de ancha que bajaba montaña abajo y en la cabecera habían las paredes de un habitáculo de cemento, con unos hierros en la bancada y otros de pared a pared y quiero recordar alguna rueda de acero o hierro, no recuerdo si la rampa tenía raíles, seguro que por allí bajaban algo ¿pero que? Siendo yo niño la rampa estaba muy erosionada señal de que hacía muchísimos años que no se había usado. Es posible que vd. Leocadio pueda acordarse, pues cada vez que salía de su añorado CUARENTA dirección al pueblo a unos doscientos metros a su izquierda en la montaña al otro lado de la rambla está esta rampa, Otón tiene que acordarse pues estoy seguro que muchas veces jugando subió y bajó por ella como yo lo había hecho. Si alguien de los que escribimos o de los que hasta ahora no lo han hecho sabe para que se utilizaba por favor que lo escriba le estaré muy agradecido por enseñarme algo de nuestro pueblo que yo lo ignoro.
Un saludo.
Por cierto ay algo que no recuerdo, que si me lo explicaron nuestros mayores no me acuerdo, mirando al Tesorillo a la izquierda en la montaña, recuerdo que había una rampa hecha de piedra y yeso mezclado con no se que, de un metro de altura y dos de ancha que bajaba montaña abajo y en la cabecera habían las paredes de un habitáculo de cemento, con unos hierros en la bancada y otros de pared a pared y quiero recordar alguna rueda de acero o hierro, no recuerdo si la rampa tenía raíles, seguro que por allí bajaban algo ¿pero que? Siendo yo niño la rampa estaba muy erosionada señal de que hacía muchísimos años que no se había usado. Es posible que vd. Leocadio pueda acordarse, pues cada vez que salía de su añorado CUARENTA dirección al pueblo a unos doscientos metros a su izquierda en la montaña al otro lado de la rambla está esta rampa, Otón tiene que acordarse pues estoy seguro que muchas veces jugando subió y bajó por ella como yo lo había hecho. Si alguien de los que escribimos o de los que hasta ahora no lo han hecho sabe para que se utilizaba por favor que lo escriba le estaré muy agradecido por enseñarme algo de nuestro pueblo que yo lo ignoro.
Un saludo.
