Buenas tardes:
Al nombrar Don Francisco y Don Leocadio a Ramón de Rotaeche me he acordado de un par de anécdotas; primero decir que hay colores para todos los gustos, Rotaeche era una persona muy recta, pero tan trabajador como el que mas y de un corazón grandísimo y una humanidad insuperable, habiendo demostrado estas virtudes en muchas ocasiones, había alguna familia que por unas razones u otras no llegaban a fin de mes y los hijos tenían que comer, pues la mujer llegaba al economato sin dinero y Manuel Herrada jefe del economato le llenaba la cesta de comida, pues eran órdenes de Rotaeche, esto era muy asiduo, a muchos niños quitó días de hambre.
Una noche en el bar de Ramón “el del vino” al lado de la chofecilla un número del cuartel (de todo hay en la viña del Señor) obligó a un minero a que le “acompañase” al cuartel y en la rambla se cebó con el y tuvieron que asistirle en el dispensario de la mina y dado de baja, por la mañana se enteró Rotaeche y se acercó al cuartel, al día siguiente aquel número ya no estaba en Rodalquilar. (A mis mineros que no los toquen y menos sin razón, dijo)
Estando un día con Manuel “el de las muestras” y otros dos mineros en la boca de una mina que hacía muchos años que no la trabajaban le dijo Manuel hay que entrar y buscar la beta, Manuel gato viejo en el oficio, Don Ramón es peligroso meterse en ésta mina, siendo muy (echao palante) cojió el carburo se puso el casco de aluminio y se metió mina adentro, ante la tardanza en su salida mandó Manuel a los dos mineros a buscarlo y lo encontraron con el carburo apagado y sin conocimiento, lo arrastraron asta la salida y se pudo recuperar. ¿Valor ignorancia? Fuere lo que fuere no mandó que se metiesen los mineros, lo hizo el.
¿Querido, odiado? Colores hay para todos los gustos; yo le conocí le vi. cientos de veces pues vivía por encima de los dos colegios que habían en la calle del economato, nunca le vi vestido de “guapo” siempre con pantalones normales o de pana, camisa y en invierno con jersey, los otros todo lo contrario.
Así era Don Ramón de Rotaeche.
Amigo Francisco, se que vd. sabe mucho mas que todos nosotros de lo vivido en Rodalquilar, pues tiene la gran suerte de tener al lado a alguien que le empapa de todo ello, su padre Manuel Hernández, que Dios se lo guarde muchísimos años.
Un abrazo
Ramón… (Apolinar)
Al nombrar Don Francisco y Don Leocadio a Ramón de Rotaeche me he acordado de un par de anécdotas; primero decir que hay colores para todos los gustos, Rotaeche era una persona muy recta, pero tan trabajador como el que mas y de un corazón grandísimo y una humanidad insuperable, habiendo demostrado estas virtudes en muchas ocasiones, había alguna familia que por unas razones u otras no llegaban a fin de mes y los hijos tenían que comer, pues la mujer llegaba al economato sin dinero y Manuel Herrada jefe del economato le llenaba la cesta de comida, pues eran órdenes de Rotaeche, esto era muy asiduo, a muchos niños quitó días de hambre.
Una noche en el bar de Ramón “el del vino” al lado de la chofecilla un número del cuartel (de todo hay en la viña del Señor) obligó a un minero a que le “acompañase” al cuartel y en la rambla se cebó con el y tuvieron que asistirle en el dispensario de la mina y dado de baja, por la mañana se enteró Rotaeche y se acercó al cuartel, al día siguiente aquel número ya no estaba en Rodalquilar. (A mis mineros que no los toquen y menos sin razón, dijo)
Estando un día con Manuel “el de las muestras” y otros dos mineros en la boca de una mina que hacía muchos años que no la trabajaban le dijo Manuel hay que entrar y buscar la beta, Manuel gato viejo en el oficio, Don Ramón es peligroso meterse en ésta mina, siendo muy (echao palante) cojió el carburo se puso el casco de aluminio y se metió mina adentro, ante la tardanza en su salida mandó Manuel a los dos mineros a buscarlo y lo encontraron con el carburo apagado y sin conocimiento, lo arrastraron asta la salida y se pudo recuperar. ¿Valor ignorancia? Fuere lo que fuere no mandó que se metiesen los mineros, lo hizo el.
¿Querido, odiado? Colores hay para todos los gustos; yo le conocí le vi. cientos de veces pues vivía por encima de los dos colegios que habían en la calle del economato, nunca le vi vestido de “guapo” siempre con pantalones normales o de pana, camisa y en invierno con jersey, los otros todo lo contrario.
Así era Don Ramón de Rotaeche.
Amigo Francisco, se que vd. sabe mucho mas que todos nosotros de lo vivido en Rodalquilar, pues tiene la gran suerte de tener al lado a alguien que le empapa de todo ello, su padre Manuel Hernández, que Dios se lo guarde muchísimos años.
Un abrazo
Ramón… (Apolinar)