Leocadio, no solo ayudo a pelar papas pues soy el cocinero de casa desde siempre pues me gusta, cosa que a mi mujer no y la verdad no se me da mal; mire por esta zona de Manresa es muy difícil encontrar harina de maíz (panizo) y ayer por casualidad encontré y tenía unas ganas locas de comer gachas coloras que a mi familia también les gusta con su buen sofrito y pimientos asados, había para verme con estas calores y comiendo gachas calientes, pero me he “jartao” estaban riquísimas, pero también he sudado lo mío al hacerlas y al comerlas.
Le contaré un par de anécdotas contadas por mis padres cuando eran jóvenes y vivían en Fernán Pérez; a la hora de comer las gachas ponían el (perol) en un extremo de un cilindro hecho de pleita llamado “apartaor“, con las migas ponían la paila encima de las estreves y en los dos casos se ponían alrededor y a comer todos del mismo (plato) un día segando llegó la hora de las migas y todos los segadores se pusieron alrededor de la paila y había uno que no hablaba durante la comida y no paraba de dar viajes con la cuchara a la paila, luego venían los comentarios de los compañeros, que si no tenía educación que solo pensaba en hincharse sin pensar en los demás etc., y dice uno, mañana lo arreglo yo le preguntaré por la muerte de su madre y mientras lo explica pues nosotros nos hinchamos de migas, al día siguiente cundo estaban comiendo le pregunta ¿oye Simón y tu pobre madre de que murió? Simón contestó, (de repente) y siguió dando viajes con la cuchara. Tiro por la culata.
Por aquella zona había uno que le apodaban “el fólio” solterón y tanto le insistían los lugareños que se echó una novia y una noche cogió un pan de aquellos redondos y lo puso encima de la mesa cogió la faca y fue dándole cortes a la vez que decía este pa mí este pa la mujer este pal niño este pal otro niño este pa la niña y este pa la suegra, cuando vio los trozos que había, con el brazo los juntó y dijo (arrecógete “fólio”y no se casó.
Ambos casos verídicos. Eran buena gente pero alguno (atramojao)
A todos-as un saludo.
Le contaré un par de anécdotas contadas por mis padres cuando eran jóvenes y vivían en Fernán Pérez; a la hora de comer las gachas ponían el (perol) en un extremo de un cilindro hecho de pleita llamado “apartaor“, con las migas ponían la paila encima de las estreves y en los dos casos se ponían alrededor y a comer todos del mismo (plato) un día segando llegó la hora de las migas y todos los segadores se pusieron alrededor de la paila y había uno que no hablaba durante la comida y no paraba de dar viajes con la cuchara a la paila, luego venían los comentarios de los compañeros, que si no tenía educación que solo pensaba en hincharse sin pensar en los demás etc., y dice uno, mañana lo arreglo yo le preguntaré por la muerte de su madre y mientras lo explica pues nosotros nos hinchamos de migas, al día siguiente cundo estaban comiendo le pregunta ¿oye Simón y tu pobre madre de que murió? Simón contestó, (de repente) y siguió dando viajes con la cuchara. Tiro por la culata.
Por aquella zona había uno que le apodaban “el fólio” solterón y tanto le insistían los lugareños que se echó una novia y una noche cogió un pan de aquellos redondos y lo puso encima de la mesa cogió la faca y fue dándole cortes a la vez que decía este pa mí este pa la mujer este pal niño este pal otro niño este pa la niña y este pa la suegra, cuando vio los trozos que había, con el brazo los juntó y dijo (arrecógete “fólio”y no se casó.
Ambos casos verídicos. Eran buena gente pero alguno (atramojao)
A todos-as un saludo.
