Estimados amigos todas las plantas tienen su encanto y belleza incluidas las palmeras de la variedad que sean y estoy seguro que todos las hemos visto, son bonitas con sus manillas de dátiles colgando, pero ¿cuantos han visto, no una colonia como bien dice el amigo Francisco si no una simple planta de alcaparra arrastrándose por un suelo desértico y dando una bonita flor de cuatro pétalos blancos oliváceos? Hasta hace poco había esa posibilidad de verla en su medio ambiente y poder disfrutar de sus frutos como lo hizo el que escribe; ya no. ¿cuantos han visto girar las aspas de una molina buscando la dirección del viento con la ayuda inseparable de su veleta, acompañada de un ruido quejumbroso de su eje que baja desde la molina asta la bomba que hay en el pozo y hace subir un agua cristalina la cual cae en la balsa? Y ¿cuantos han sentido el chirriante ruido de la polea de un pozo al tirar de la soga para subir el cubo y a la vez sentir el ruido del agua sobrante al caer en el fondo del pozo?, algunos tenemos la suerte de haber vivido estas “simplezas” pero que a pesar de ser “simplezas” han quedado gravadas en nuestro cerebro para toda la vida; otras cosas de mayor importancia las hemos olvidado. Reparar norias, pozos, aljibes y demás y llevar a los niños de los colegios y enseñarles que no siempre se abrió un grifo y salió agua.
Anécdota. A partir del año setenta y ocho íbamos con mi señora de vacaciones al cortijo Los Méndez, no había fuerza eléctrica, pues nos apañábamos con un quinqué, no había “Toilet”, pues a las pencas acompañados del canto de los grillos y a la luz de las estrellas, no es lo mas normal pero que a gusto, no había agua corriente, pues a buscarla al pocillo de Salinas cerca de la caseta de los guardias; ver a mi mujer intentando sacar agua del pozo era todo un espectáculo, nunca lo había echo pero es que nunca lo consiguió, siempre sacaba dos dedos de agua en el cubo y no lo entendía, yo me partía de risa cuando veía con la rapidez que sacaba el cubo y la cara que ponía cuando veía que no había agua en el jodido caldero.
Me gustan las palmeras pero no una plantación en un sitio que para mi es SAGRADO.
Un saludo a todos/as.
Anécdota. A partir del año setenta y ocho íbamos con mi señora de vacaciones al cortijo Los Méndez, no había fuerza eléctrica, pues nos apañábamos con un quinqué, no había “Toilet”, pues a las pencas acompañados del canto de los grillos y a la luz de las estrellas, no es lo mas normal pero que a gusto, no había agua corriente, pues a buscarla al pocillo de Salinas cerca de la caseta de los guardias; ver a mi mujer intentando sacar agua del pozo era todo un espectáculo, nunca lo había echo pero es que nunca lo consiguió, siempre sacaba dos dedos de agua en el cubo y no lo entendía, yo me partía de risa cuando veía con la rapidez que sacaba el cubo y la cara que ponía cuando veía que no había agua en el jodido caldero.
Me gustan las palmeras pero no una plantación en un sitio que para mi es SAGRADO.
Un saludo a todos/as.
