Amigo Francisco, al nombrar el tocadiscos me has hecho recordar el baile de los Sábados en verano en los años sesenta; al anochecer en la puerta del bar. el pintao, estaba todo lleno de mesas ocupadas por mineros y su familia degustando las ricas tapas que hacía la buena cocinera María Gil, gambas y cigalas a la plancha, carne tabernero, asadura etc.; el pintao tenía un aparato que lo llamaban magnetofón que la música iba gravada en una cinta, lo enchufaba y daba volumen a tope y se oía asta en los Tollos, los jóvenes bailaban en la pista de cemento que hay al lado y los críos jugábamos al lado con la tranquilidad de nuestros padres deque nada malo nos podía pasar; eran los tiempos de máximo esplendor de nuestro pueblo, quienes no han tenido la suerte de vivir y disfrutar aquella época, por mucho que le expliquen no creo que comprendan la realidad de lo que fue Rodalquilar y su importancia en el municipio de Nijar, época que había trabajo, dinero, juventud y muchos niños, lo que conlleva a que un pueblo tenga vida y sea feliz como era nuestro caso;
Después del ya nombrado magnetofón trajeron un tocadiscos al cual le llamaban (picú) nos íbamos modernizando; luego hicieron un cine de verano detrás del bar con un buen aparato proyector y como socios creo que Pepe el pintao, José Gálvez y Joan López, cuando no hacían cine venían cantaores de flamenco muy conocidos, allí fue donde por primera y única vez, vi. cantar a Antonio de Canillas famoso en aquellos tiempos, y que cantaban sin micrófono como allí decían, lo hacían a garganta y aquello era cantar.
Amigo Leocadio, como es natural los garbanzos “tostaos” no podían faltar en aquellas fiestas para ello contábamos con la querida tía Concha la de Simón con su espuerta de esparto llena de aquel manjar aún calientes el cual devorábamos los críos acompañándolos con un vaso de gaseosa La Casera, de lo contrario corríamos el riesgo de ahogarnos pues se hacía una pasta en el (guajerro) que aquello no bajaba ni dando saltos.
Un fuerte abrazo de vuestro amigo.
Ramón
Después del ya nombrado magnetofón trajeron un tocadiscos al cual le llamaban (picú) nos íbamos modernizando; luego hicieron un cine de verano detrás del bar con un buen aparato proyector y como socios creo que Pepe el pintao, José Gálvez y Joan López, cuando no hacían cine venían cantaores de flamenco muy conocidos, allí fue donde por primera y única vez, vi. cantar a Antonio de Canillas famoso en aquellos tiempos, y que cantaban sin micrófono como allí decían, lo hacían a garganta y aquello era cantar.
Amigo Leocadio, como es natural los garbanzos “tostaos” no podían faltar en aquellas fiestas para ello contábamos con la querida tía Concha la de Simón con su espuerta de esparto llena de aquel manjar aún calientes el cual devorábamos los críos acompañándolos con un vaso de gaseosa La Casera, de lo contrario corríamos el riesgo de ahogarnos pues se hacía una pasta en el (guajerro) que aquello no bajaba ni dando saltos.
Un fuerte abrazo de vuestro amigo.
Ramón
