VISTAS, PAISAJES Y RECUERDOS.
Dolores, perdona que ponga éste título –que es el de un tema por mí insertado-, pero se relaciona con lo que voy a relatar. Se trata de recuerdos que me han surgido contemplando esta fotografía, recuerdos que suelen ser confusos algunas veces y otras hasta dudo que sean correctos.
En el frente de esta casa, de Bartolo Melchor y/o del Tío Bartolo, ahora algo cambiado, junto a la pared había una gran piedra sobre la cual, en las soleadas y frías mañanas de invierno, algún mayor picaba esparto; al lado otros tomaban sol (la no existencia de casas del lado de enfrente de la calle, favorece la llegada de sus rayos), mientras hacían soga y los chiquillos jugábamos. Uno de estos juegos consistía en colocar pezones de higos en un clavo que sobresalía de la pared a cierta altura, y ver como los perros los alcanzaban.
¿Qué recuerdos no?.
Dolores, perdona que ponga éste título –que es el de un tema por mí insertado-, pero se relaciona con lo que voy a relatar. Se trata de recuerdos que me han surgido contemplando esta fotografía, recuerdos que suelen ser confusos algunas veces y otras hasta dudo que sean correctos.
En el frente de esta casa, de Bartolo Melchor y/o del Tío Bartolo, ahora algo cambiado, junto a la pared había una gran piedra sobre la cual, en las soleadas y frías mañanas de invierno, algún mayor picaba esparto; al lado otros tomaban sol (la no existencia de casas del lado de enfrente de la calle, favorece la llegada de sus rayos), mientras hacían soga y los chiquillos jugábamos. Uno de estos juegos consistía en colocar pezones de higos en un clavo que sobresalía de la pared a cierta altura, y ver como los perros los alcanzaban.
¿Qué recuerdos no?.