José María, no se imagina los días que estoy pasando ya, leyendo vuestros
mensajes-comentarios y en parte contestándolos y en parte, poniendo algunos recuerdos que deben ser un pelmazo para ustedes.
Les aseguro, y esto se lo digo también a Mari (por lo que me dice en su
mensaje), y a todos, que el domingo, a los que les van ha zurrar los oídos, va a ser a Uds., por que mi cuerpo estará en la
romería pero mi espíritu, mi alma, mi mente, estará allí, en Los Cayetanos, entre Uds.; aunque no me vean,
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