Buenos días Ángel; digo buenos días porque no son todavía las siete de la mañana y como madrugo (de pura
costumbre), ya he leído -mientras tomo mate-, tu
mensaje, y..., te digo he experimentado el entusiasmo que tu me trasmites con esas palabras. Entusiasmo que necesito, pues como tu me dijiste hace unos días, a raíz de la ansiedad, siento inquieto a mi sistema nervioso.
Ángel, yo no soy ninguna luz en materia "literaria", al contrario, mi vida de trabajo en temas de orden, administración, economía,
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