Mari, seguramente tú estabas escribiendo este
mensaje, y yo estaba pensando en ti, tu ausencia y los días por los que pasamos y vamos a pasar; las circunstancias.
Y que casualidad, me preguntaba si no estarías pasando por momentos como los que señalas.
Mari, ya se que las palabras sobran, y a pesar de ello te digo que hay que seguir adelante.
Sin alegría no se puede seguir viviendo.
Felicidades.