¡Que no se los elijo a uste ni aunque me de mil duros!
Frase que recibió mi primo Agustín en el año 1992 en la ciudad de Algeciras, de un vendedor callejero, al pedirle mi primo que le diera de los más maduritos que exhibía en una pila de chumbos en forma de pirámide.
Las palabras y su tono gaditano, nos dejó perplejos, así que cogimos los que nos dio y nos fuimos comiéndolos.
Frase que recibió mi primo Agustín en el año 1992 en la ciudad de Algeciras, de un vendedor callejero, al pedirle mi primo que le diera de los más maduritos que exhibía en una pila de chumbos en forma de pirámide.
Las palabras y su tono gaditano, nos dejó perplejos, así que cogimos los que nos dio y nos fuimos comiéndolos.