Esta mañana mirando esta foto, recordé un mensaje que había leído no hace mucho tiempo en el foro de LIMONES, Granada y que me hizo revivir momentos similares ocurridos durante mis primeros diez años de vida. Como creo que a más de uno le puede suceder lo mismo que a mí, lo transcribo a continuación:
“me recuerda que por esos mismos años yo hacia lo mismo, empezaba con las parvas de habas yeros berza y terminaba con las de garbanzos, todos los días desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche, tenia el culo pelado de montarme en los mulos y de sentarme en el trillo, pero a lo que mas le temía era cuando había que encerrar la paja y éramos los mas pequeños nos metían dentro del pajar para remontar y casi salíamos afixiaos, y como se suele decir por un plato de comida....
Es cierto lo que dices, todas esas faenas de verano las conozco y bastante bien, a los 5 años ya estaba de chichanguero, hemos pasado más fatigas que un gato con ceguera, pero a pesar de ser la vida tan dura éramos felices, como muy poca cosa nos conformábamos y siempre estábamos contentos, prueba de ello es, que era montarse en el trillo y empezar a cantar todo el rato, cogiendo la aceituna de rodillas, y todo el día cantando también lo hacían los gañanes, los cabreros, el porquero, todo el mundo cantaba mientras trabajaba, y hoy viviendo mucho mejor y con muchas más comodidades, no canta ni dios, vamos ni los curas, parece que estamos amargados y…”
Saludos
“me recuerda que por esos mismos años yo hacia lo mismo, empezaba con las parvas de habas yeros berza y terminaba con las de garbanzos, todos los días desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche, tenia el culo pelado de montarme en los mulos y de sentarme en el trillo, pero a lo que mas le temía era cuando había que encerrar la paja y éramos los mas pequeños nos metían dentro del pajar para remontar y casi salíamos afixiaos, y como se suele decir por un plato de comida....
Es cierto lo que dices, todas esas faenas de verano las conozco y bastante bien, a los 5 años ya estaba de chichanguero, hemos pasado más fatigas que un gato con ceguera, pero a pesar de ser la vida tan dura éramos felices, como muy poca cosa nos conformábamos y siempre estábamos contentos, prueba de ello es, que era montarse en el trillo y empezar a cantar todo el rato, cogiendo la aceituna de rodillas, y todo el día cantando también lo hacían los gañanes, los cabreros, el porquero, todo el mundo cantaba mientras trabajaba, y hoy viviendo mucho mejor y con muchas más comodidades, no canta ni dios, vamos ni los curas, parece que estamos amargados y…”
Saludos