ESE FUE MI CAMINO, NUESTRO CAMINO
José María, como me conmovió tanto tu "regalillo", lo imprimí y en dos oportunidades intenté leérselo a Marta y a mis hijas.
Ninguna de las dos veces conseguí hacerlo.
Se me hacía un nudo en la garganta, la voz se me entrecortaba y saltaban las lágrimas.
Tuvieron que leerlo ellas.
Cumplí solo 72
¿Será que estoy viejo de verdad?
José María, como me conmovió tanto tu "regalillo", lo imprimí y en dos oportunidades intenté leérselo a Marta y a mis hijas.
Ninguna de las dos veces conseguí hacerlo.
Se me hacía un nudo en la garganta, la voz se me entrecortaba y saltaban las lágrimas.
Tuvieron que leerlo ellas.
Cumplí solo 72
¿Será que estoy viejo de verdad?