José María, la verdad es que no sé qué decir, porque todo lo que te diga no servirá de nada. Ni siquiera el tiempo hace que pase. Yo sé que lo único que alivia un poco es el apoyo de la gente que quieres y que te quiere. Aquí tienes una mano amiga y un hombro que puedes utilizar cuando te haga falta. Un abrazo muy fuerte.