Baile de parrandas en el bar España, sito en la carretera (ahora autovía A-7) de Puerto Lumbreras a Huércal Overa, término municipal de Huércal Overa (Almería, Andalucía, España), en el cruce de Úrcal-Las Norias, el 20 de febrero de 1993.
Durante algún tiempo, y debido a la afición del regente del bar por aquellos años, los sábados había baile de parrandas en este lugar. Se congregaban numerosos parroquianos de la zona, donde la gente gusta de bailar suelto todavía, y muchos otros participantes venidos de Lorca, Puerto Lumbreras, Santa María de Nieva, y otros lugares. Principalmente se tocaban parrandas, en sus diversos estilos habituales en la zona, y algunas malagueñas y jotas.
Solían tocar José María Lasso el Cojo de Henares (a la guitarra y cante), con Pepe Torrente al violín. En esta ocasión les acompañan Juan el Carujo al violín y Mingo a la pandereta.
Con motivo del carnaval de 1993, el sábado 20 de febrero del mismo acudieron al baile del bar España unas "máscaras", que eran bailaores habituales disfrazados totalmente para no ser reconocidos.
Siendo el carnaval la fiesta propia donde se trastoca por un día cualquier papel social y donde toda locura es posible, los bailaores, irreconocibles, aprovechan para bailar como lo que no son. Y puesto que, como hemos explicado en otro vídeo de esta serie (ver Cuesta de Gos, Malagueña, 25-12-1993), hay una notoria diferencia entre el baile ejecutado a la manera tradicional por hombres y mujeres, ambos géneros no sólo disimulan sus voces (agravándolas o agudizándolas según el caso) tras las máscaras, si no que se comportan en el baile de manera distinta, procurando hacerlo como lo haría el otro género: un hombre baila más garboso y estirado y una mujer menos airosa, por ejemplo, y encima exagerando los movimientos y cambiando las parejas. La situación da lugar a meneos grotescos y antinaturales captados enseguida por el entendido público asistente, lo que provoca risas, jolgorio y un ajetreo que desconcentra a los músicos. Por eso se ve al comienzo de la grabación al cantaor, el Cojo de Henares, como amonesta a los bailaores: "bailamos o no bailamos, nada de tonterías. Si no, no se toca... Si baila pa hacer el tonto, se va... Cada uno como baile... se coloca y ya está...". Sin embargo los bailaores responden como era de esperar: choteándose con un divertido regocijo carnavalesco y continuando con su fiesta.
Se interpretan unas parrandas (variedad de seguidillas) típicas de la zona.
Manuel Luna hace referencia en la canción Al Oriente me Fui, del disco Por Parrandas (2010), a las desaparecidas noches de parrandas en el Bar España y al apreciado toque de Pepe Torrente.
Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez (Murcia, España). Colección Memorias de la Tradición en Internet
http://youtu. be/Z4hi1JRTS2k
Durante algún tiempo, y debido a la afición del regente del bar por aquellos años, los sábados había baile de parrandas en este lugar. Se congregaban numerosos parroquianos de la zona, donde la gente gusta de bailar suelto todavía, y muchos otros participantes venidos de Lorca, Puerto Lumbreras, Santa María de Nieva, y otros lugares. Principalmente se tocaban parrandas, en sus diversos estilos habituales en la zona, y algunas malagueñas y jotas.
Solían tocar José María Lasso el Cojo de Henares (a la guitarra y cante), con Pepe Torrente al violín. En esta ocasión les acompañan Juan el Carujo al violín y Mingo a la pandereta.
Con motivo del carnaval de 1993, el sábado 20 de febrero del mismo acudieron al baile del bar España unas "máscaras", que eran bailaores habituales disfrazados totalmente para no ser reconocidos.
Siendo el carnaval la fiesta propia donde se trastoca por un día cualquier papel social y donde toda locura es posible, los bailaores, irreconocibles, aprovechan para bailar como lo que no son. Y puesto que, como hemos explicado en otro vídeo de esta serie (ver Cuesta de Gos, Malagueña, 25-12-1993), hay una notoria diferencia entre el baile ejecutado a la manera tradicional por hombres y mujeres, ambos géneros no sólo disimulan sus voces (agravándolas o agudizándolas según el caso) tras las máscaras, si no que se comportan en el baile de manera distinta, procurando hacerlo como lo haría el otro género: un hombre baila más garboso y estirado y una mujer menos airosa, por ejemplo, y encima exagerando los movimientos y cambiando las parejas. La situación da lugar a meneos grotescos y antinaturales captados enseguida por el entendido público asistente, lo que provoca risas, jolgorio y un ajetreo que desconcentra a los músicos. Por eso se ve al comienzo de la grabación al cantaor, el Cojo de Henares, como amonesta a los bailaores: "bailamos o no bailamos, nada de tonterías. Si no, no se toca... Si baila pa hacer el tonto, se va... Cada uno como baile... se coloca y ya está...". Sin embargo los bailaores responden como era de esperar: choteándose con un divertido regocijo carnavalesco y continuando con su fiesta.
Se interpretan unas parrandas (variedad de seguidillas) típicas de la zona.
Manuel Luna hace referencia en la canción Al Oriente me Fui, del disco Por Parrandas (2010), a las desaparecidas noches de parrandas en el Bar España y al apreciado toque de Pepe Torrente.
Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez (Murcia, España). Colección Memorias de la Tradición en Internet
http://youtu. be/Z4hi1JRTS2k