De El Pastor de la Loma Z.
MI CAMPO
Cortijo de La Loma, la carretera,
Santa Mª de Nieva, Huercal-Overa.
Los gorriones al aire lanzan sus trinos,
debajo de las tejas hace sus nidos.
Chumbos llenos de espinas echan las palas;
pitones con manotas las alcibaras.
Cuando llega a los llanos la primavera,
sobre ellos se extienden las tapaneras.
Echan flor los almendros; y las higueras,
se cubren de hojas verdes, higos y brevas.
Se oyen en las alturas las tutuvías,
y en medio de las bojas tienen sus crías.
Lagartos y alacranes y lagartijas,
présoles y cebada, yeros y guijas.
Los mochuelos, los cucos, grillos y ranas,
animan con sus cantos las madrugadas.
Hay brezos y tomillos en las cañadas,
jaraboles y lirios, y bojalagas.
Campanillas, ballueca y carrihuela.
En su cama la liebre, la perdiz vuela.
Allá en la Sierrecica, garduña y zorra,
vigilan las gallinas que hay en La Loma.
Ese monte redondo, el Castillico,
fue torre de vigía de los moriscos
A la huerta regada por una fuente
la protege una loma por el poniente.
Hay granadas y olivos y otros frutales.
Cantan los colorines y los zorzales.
En estos andurriales mis fantasías,
transforman en reales las utopías.
MI CAMPO
Cortijo de La Loma, la carretera,
Santa Mª de Nieva, Huercal-Overa.
Los gorriones al aire lanzan sus trinos,
debajo de las tejas hace sus nidos.
Chumbos llenos de espinas echan las palas;
pitones con manotas las alcibaras.
Cuando llega a los llanos la primavera,
sobre ellos se extienden las tapaneras.
Echan flor los almendros; y las higueras,
se cubren de hojas verdes, higos y brevas.
Se oyen en las alturas las tutuvías,
y en medio de las bojas tienen sus crías.
Lagartos y alacranes y lagartijas,
présoles y cebada, yeros y guijas.
Los mochuelos, los cucos, grillos y ranas,
animan con sus cantos las madrugadas.
Hay brezos y tomillos en las cañadas,
jaraboles y lirios, y bojalagas.
Campanillas, ballueca y carrihuela.
En su cama la liebre, la perdiz vuela.
Allá en la Sierrecica, garduña y zorra,
vigilan las gallinas que hay en La Loma.
Ese monte redondo, el Castillico,
fue torre de vigía de los moriscos
A la huerta regada por una fuente
la protege una loma por el poniente.
Hay granadas y olivos y otros frutales.
Cantan los colorines y los zorzales.
En estos andurriales mis fantasías,
transforman en reales las utopías.