Es díficil precisar la fecha del origen de
Somontín, aunque existen datos sobre este municipio a partir del s. Il de
la Era Cristiana, estando situado más al Sur de la villa actual, como aparece en un estudio de José Diego García Guirao sobre el
Valle del Almanzora, indicando que este
pueblo tuvo cierta importancia, como lo indica el hecho de que el emperador Marco Aurelio le autorizó a acuñar moneda. Con la invasión de los árabes el pueblo se asienta definitivamente en su actual enclave por sus ventajas defensivas, difícil acceso y abundancia de manantiales de
agua. Debió de ser un punto estratégico, toda vez que en el siglo IX aparece como fortaleza musulmana (Hisn Somontan). En caso de conflicto bélico era el lugar más seguro como
refugio para los vecinos de los
pueblos cercanos. Terminada la reconquista de estos lugares, el 25 de junio de 1492 los Reyes Católicos dieron a don Alonso Fernández de
Córdoba, señor de Alcaudete y Montemayor, las villas de Somontín y
Fines. Debió de perderlas pronto, pues Castro Guisasola dice que «en 1510 ambas villas eran de Gaspar Rótulo. Este o su padre, arrendador de las rentas reales en el Reino de
Granada, debieron comprarlas en 1573 siendo propiedad de Galeazo Rótulo Carrillo», Una vez expulsados los moriscos, durante el período de la repoblación los bienes y tierras confiscados a los expulsados, fueron entregadas a las
familias repobladores, procedentes de distintos lugares del país.
El nombre de Somontín procede de dos vocablos latinos: Summun y Montis, es decir, "en lo alto del
monte". El acierto del nombre vendría por la ubicación del pueblo respecto al Valle del Almanzora
Hasta ahora no hay datos comprobados que permitan fijar el origen de Somontín. Sin embargo, atendiendo a su nombre de origen latino, es posible afirmar que cuando llegaron los musulmanes en el 711 este pueblo ya existía.