En el año 711 se inicia la invasión de los musulmanes, quedando la zona tras la batalla del Guadalete bajo dominio bereber. Dependerá Alcalá de la Cora de Algeciras hasta la formación de los reinos de taifas a partir del 1002, quedando dentro del reino de
Sevilla. Tras la invasión de Almohades y Almorávides, pasa a depender de reyezuelos de Jerez o
Arcos. A los árabes debemos el trazado urbano del
casco antiguo, el
castillo de Alcalá, de tipología almohade, aunque construido sobre cimentación
romana y el nombre. En esta época el asentamiento sobre el cerro de la Coracha recibe el nombre de “Al Kalat”, el Castillo.