El 14 agosto de 1812, las tropas de Villate abandonan Alcalá, quedando la zona libre definitivamente de los franceses. Tras la vuelta al absolutismo con Fernando VII, en Alcalá se gestará el levantamiento que dará origen al Trienio liberal, pues aquí tienen lugar los preparativos, aprovechando que el general Quiroga estaba “preso” en el
convento de
Santo Domingo. Si Riego y Las Cabezas de
San Juan se llevaron la fama fue porque Quiroga, a quien se había nombrado jefe del levantamiento, no pudo salir de Alcalá el 1 de enero de 1820 por culpa de las fuertes
lluvias, que le impidieron cruzar a tiempo el
río Barbate con las tropas.