La villa de
Alcalá de los Gazules, que a la llegada de los árabes pasó a pertenecer a la Cora de
Medina Sidonia, y así llegó a llamarse de Medina y más tarde de los Gazules por una
familia de berberiscos cuyo nombre significa aguerrido o avanzado, es reconquistada por el infante don Enrique en el año 1248. Se atribuye a don Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa y señor de Alcalá la consecución, en 1524, de una bula del papa Clemente VII para unir en una sola
parroquia las tres existentes entonces en la localidad. Esta familia Ribera, señores de la villa, tenían patronato sobre sus
iglesias y
conventos, por lo que aparece con frecuencia su nombre asociado a su
historia.